Cada quien tiene su manera de resolver los problemas, aunque éstos sean idénticos.

El deporte mundial alista su regreso a la actividad enfrentando la pandemia con distintos criterios: la Bundesliga dio ya su primer paso.

España, Italia e Inglaterra tienen fecha de retorno y en México esperamos noticias claras de las autoridades sanitarias, cuando estén en condiciones de darlas.

En la Premier League se pensó lo que también pasa por la cabeza de las Grandes Ligas y la NBA: concentrar sus partidos en ciertos estadios rodeados de todas las medidas de precaución para evitar viajes y riesgos.

Es tanto el dinero que pierde en Inglaterra un equipo que desciende, que se hizo fuerza para evitar la medida.

Los últimos lugares de la Tabla de posiciones hicieron cuentas, y de nada las valía jugar sus partidos en Wembley junto con el resto de equipos de la Liga: como Sansón al perder la cabellera, perderían su fuerza abandonando su terreno. La moción fue desechada porque desfavorecería a los mas débiles.

Tal vez es el futbol el deporte en el que más incidencia tiene ser local.

Habrá varias hipótesis respecto al dato: conocer la cancha, no tener que viajar, condicionamientos sicológicos, el peso de la tribuna o todos juntos.

Lo sucedido en la Bundesliga en este reinicio de actividad es sumamente revelador, como lo publica CANCHA.

Ahí cada quien juega en su estadio, pero con tribunas vacías, como sucederá en gran parte del mundo los próximos meses. El poco dominio de los anfitriones es sorprendente: ocho triunfos locales en 37 partidos disputados.

Las condiciones en que se están celebrando los partidos son atípicas y en alguna medida poco comparables con la vieja normalidad. Pero arrojan un dato que de sostenerse puede causar una tendencia digna de análisis.

En México, extrapolando el ejercicio, sabemos que de los cinco equipos más exitosos en casa, dos juegan a estadio lleno, uno mas lo hace con entradas razonables y los dos restantes, por jugar en el gigantesco Estadio Azteca, suelen presentarse con media tribuna sin ocuparse, salvo en las grandes ocasiones.

¿Qué tanto influye el fervor del público para que sean los más ganadores como locales?

También es cierto que cuatro de ellas son las plantillas con mayor inversión en jugadores y, por lo tanto, mejores posibilidades de jugar bien y ganar.

En la incertidumbre de esta larga pausa, los clubes serán puestos a prueba en la nueva competencia que tarde o temprano llegará.

No son solo los aficionados los que extrañarán reunirse en una grada para apoyar sus colores, sino los propios futbolistas que cantarán a "capella", en lugar de ser acompañados por el incomparable rumor de la tribuna.

Qué tanto se verán afectados los resultados es otra pregunta de esta inverosímil era de nuestra historia.

 
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