El "Chaka" es de cantera rayada. FOTO: Miguel Ramírez

La FIFA aprovechó que los Tigres están en la burbuja de la Concachampions para entrevistar a Luis "Chaka" Rodríguez y reveló cosas personales y una profesional muy anecdótica.

El "Chaka", quien se ha convertido en seleccionado nacional por su buen rendimiento en Tigres, habló sobre el momento cuando llegó a los felinos, aunque él dijo que quería regresar a Rayados.

"Soy sincero: quería regresar a Rayados, porque de ahí salí, pero empezó a sonar que iba para Tigres, y dije que estaría bien porque iba a mi ciudad. También por lo que representa Tigres y la afición me gustaba bastante. Tenía miedo porque sé cómo es el 'Tuca' (Ricardo Ferretti) de estricto y exigente, y los jugadores que hay. Pero en cualquier lado hay competencia", comentó.

Rodríguez, oriundo de San Nicolás de los Garza, debutó profesionalmente en el Monterrey, sin embargo, salió del club y volvió a la Ciudad en 2016 para jugar con los Tigres.

Reconoció que le costó ser titular por la alta competencia interna que existe en los felinos.

"Sí me costó jugar. Aquí siempre tienes dos o tres jugadores por posición, así que me costó trabajo que me pusiera de titular. Siempre supe que aquí el reto era más difícil que en otros equipos. Pero yo platicaba con mi papá y mi esposa, y les decía que lo único que podría pasar es que, entre tanto jugador bueno, iba a mejorar; y, aunque no me tocara jugar, iba a sobresalir en otro equipo".

Sobre la Concachampions, el "Chaka" dijo que es una ilusión ganarla para jugar el Mundial de Clubes y recordó que el trofeo de la Conca ya lo ganó con Rayados en 2011.

"Me entusiasma pensar en jugar un Mundial de Clubes. Me tocó ganar la Concachampions con Monterrey y salí poco antes de ir al Mundial, así que me quedé con la espinita y quiero sacármela con Tigres".

Y sobre su vida persona, el futbolista reveló lo complicado fue su situación personal cuando su esposa padeció cáncer, y que afortunadamente superó.

"Mi esposa tuvo cáncer en 2015. Le dio un linfoma no-Hodgkin que no logró infiltrarse en la médula. Estuvo en tratamiento un año, con quimios y radiaciones. Ella iba y venía a Monterrey a atenderse. Cuando lo platicamos es muy por encimita, pero sí es un reto muy grande para la persona que lo está llevando y para su familia", puntualizó.