Muchos lo conocen como la Liga de Plata, la Segunda División, o simplemente, el Infierno; pero su nombre oficial es Ascenso MX, torneo de futbol que continúa tratando de innovar y hacer que sus partidos sean más espectaculares.

Con una asistencia promedio de 4 mil espectadores por partido (contra los 22 mil de la Liga MX), los directivos han buscado formas de atraer más gente a los estadios para así hacer más lucrativa una Liga que en ocasiones roza en el amateurismo. A partir del Apertura 2019, se instauraron los juegos de jueves por la noche, así como una regla por demás radical: si el visitante gana, obtiene 4 puntos en lugar de los acostumbrados 3.

Aunque ni la asistencia promedio ni los goles por partido disminuyeron en comparación con el torneo anterior, tampoco incrementaron; por lo que seguramente veremos en el corto plazo ideas todavía más llamativas. Entre ellas, implementar el VAR al menos durante la Liguilla, mudar una franquicia a la Ciudad de México, plaza con gran afluencia de espectadores; o mejor aún, que el equipo que ascienda o descienda permanezca al menos un torneo con el mismo nombre y en la misma plaza. Esto seguro daría más seriedad, y por ende más notoriedad, al maltrecho Ascenso MX.

 
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