Son más de las doce, nos fuimos de roce y esta vez hicimos tendencia a la pornstar más encantadora de la actualidad.
Ashley Mathews (Riley Reid) es una de las "performers" más brillantes de su generación, y tome el riesgo de utilizar a esta brillante mujer como referencia durante la narración de la eLiga MX; como suele pasar la conversación se trasladó a redes sociales donde pudimos notar la doble moral con la que tantos ciudadanos se conducen, pero, sobre todo, el clima de tribalismo propiciado por diferentes grupos feministas radicales que buscan colgarse de una simple analogía para empujar su agenda.
Fue entonces cuando me nació la siguiente reflexión... Siempre se ha comentado que el futbol mexicano es un reflejo de nuestro País, pero curiosamente somo muy valientes para relacionar esta frase con hombres de poder, pero muy cobardes para relacionarla con nosotros.
El futbol mexicano vive una de las etapas de mayor desunión entre sus dueños, y eso quedo claro con el tema del Ascenso MX.
Habrán visto ene redes sociales esa imagen en la que segmentaban a los equipos según su voto en la última asamblea; madre mía, el que diga que las imágenes no hablan, debería ver esta.
De un lado aparecía el poder televisivo (América, Morelia, Puebla), junto al Grupo Orlegi (Atlas y Santos) comandando al equipo que aprueba la desaparición del Ascenso, y por el otro bando, la fuerza de Grupo Pachuca (León y Pachuca), los regios (Rayados y Tigres) y tres de los equipos grandes que apuestan por mantener la categoría de plata.
Estamos a un mal paso de que estalle una "guerra civil", y créanme que de ambos lados hay suficiente dinamita como para hacer explotar al futbol mexicano, pero la gran ventaja, es que a diferencia de lo que muchos pudieran pensar, también hay suficiente inteligencia y buenas intenciones de ambos lados para que la Liga MX resulte beneficiada.
El detalle es que como sociedad no tenemos mucha cara para exigirle a los dueños del balón que se unan, y no se estoy seguro si podemos reconocerlo.
Nos toca aceptar que la trivialización que hoy se vive en la punta de la pirámide jerárquica del balompié nacional es un reflejo de la desunión social de nuestro México: hombres y mujeres olvidan que ambos son humanos, homosexuales y heterosexuales olvidan que comparten el amor, chairos y fifís olvidan que antes de eso son mexicanos y las generaciones parecen estar en una pelea interminable, sobre todo entre boomers y millennials.
Si estamos tan seguros de que el futbol es un reflejo de nuestro País, entonces reconozcamos que el ambiente divisorio que existe en la Federación nos representa.
Twitter: @AldoFariasGzz |