La Liga MX Femenil ha superado las expectativas en cuanto a espectáculo y resultados, así como a la asistencia de la afición. Sin embargo, las futbolistas mexicanas no tienen condiciones laborales adecuadas y los sueldos no son equivalentes al profesionalismo que demuestran en las canchas.
De acuerdo con el estudio "Global Sports Salaries" en 2017, una mexicana recibe un sueldo de entre 3 mil 500 pesos y máximo 30 mil mensuales para las convocadas a Selección Nacional.
En cambio, un jugador de la Liga MX gana, en el peor de los casos, 25 mil pesos mensuales.
Y no hay punto de comparación con los mejores pagados: André-Pierre Gignac (Tigres) 4.6 millones de dólares, Guillermo Ochoa (América) 4 y Rogelio Funes Mori (Monterrey) $3.8.
En diciembre del 2019 las Rayadas lograron el título de Liga. Pero la alegría les duró muy poco, esperaban un premio monetario que la directiva les había prometido y solo recibieron una tablet de 32GB.
En comparación con el bono de un millón de pesos ofrecido a los Rayados si lograban el campeonato.
Esto provocó mucha molestia entre las jugadoras del Monterrey.
En el futbol, como en todos los aspectos sociales, culturales, civiles, políticos y por supuesto económicos, las mujeres exigimos un trato igualitario, nada más, pero tampoco menos.
Twitter: @brenvelazquezv
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