Hoy más que nunca es claro que el futbol no se abstrae de la regulación jurídica.

Las Ligas fueron suspendidas, canceladas y algunas reanudadas en consecuencia de la pandemia, no obstante, se requirió intervención de abogados con la finalidad de adecuar los estatutos, reglamentos y contratos que regulan el vinculo entre los stakeholders del futbol organizado por la FIFA.

Pensemos en las modificaciones de los contratos laborales (temporalidad o remuneración) a los que han recurrido jugadores y clubes.

El departamento legal de la FIFA implementó cambios al periodo de transferencias, con la finalidad de sincronizar los fichajes a los calendarios de las competiciones. Se ha puesto énfasis en atender los problemas regulatorios publicando guías y recomendaciones para las asociaciones miembro; entre algunas novedades se publicó la nueva versión del Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores.

Académicos han acuñado el término "especificidad del deporte" para visibilizar la necesidad de atender especialmente sus características y, en algunos casos, de una regulación propia a través del Derecho del Deporte.

El binomio derecho-futbol se ha hecho presente en esta situación mundial.

 
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