¿Qué hacer cuando se tiene a un jugador tan influyente en el juego como Gignac o "Cabecita" Rodríguez? ¿Debe ajustarse y/o adaptarse todo el equipo para que simplemente resuelva? ¿Acercarle los tabiques para que únicamente se preocupe por colocarlos en la pared adecuada? ¿Y si ese día "no se presenta a trabajar"?

Uno de los grandes debates es qué tanto bien le hace a un equipo ser extremadamente dependiente de un jugador. ¿Es mejor tener al genio, al diferente, al referente, al que cambia todo en un parpadeo, al que resuelve partidos de terror? o ¿es preferible que el entrenador busque por otras rutas pensando más en el beneficio colectivo y no en el individual?

León es hasta el momento el equipo que mejores sensaciones arroja. Ninguno con tantos triunfos. Es el segundo con mejor diferencia de goles (12) sólo por debajo de Tigres. León tiene equilibrio. Equipo maduro y cerebral. Pero cuenta con algo que lo hace distinto de sus perseguidores como lo son Cruz Azul, Tigres y Pumas. No depende de un solo jugador en el eje de ataque para ganar los partidos.

Ángel Mena es su máximo goleador con siete tantos. El ecuatoriano ha aportado el 30% de las anotaciones. Jean Meneses (5 goles) el 21 % y Emmanuel Gigliotti (5) también el 21%. El juego ofensivo del León está repartido como casi siempre ha sucedido desde que Ambriz tomó las riendas.

Caso contrario es el de Cruz Azul. Jonathan Rodríguez llegó a 12 goles con el doblete que le marcó a Chivas. Es el actual líder de goleo. Es una bomba activada.

De todos los equipos clasificados al momento, es el atacante con más alto porcentaje de productividad (54%). 12 de los 22 goles que tiene Cruz Azul llevan su firma.

Gignac con Tigres ha aportado el 40% de los goles con sus 10 anotaciones. Por debajo de él, viene el sorprendente Nico López con un impresionante promedio de gol cada 52 minutos. Sus 6 goles representan el 24% del ataque felino.

Ricardo Ferretti tendría que sentirse tranquilo a diferencia de otros entrenadores. La dependencia hacia el francés ha disminuido y en lugar de contar con sólo un arma letal, ahora tiene dos a la ofensiva.

Y no es que esté mal contar con un jugador tan determinante. Todo entrenador firmaría por tener a uno. ¿Pero qué pasa cuando ese jugador en el partido importante no aparece? El equipo disminuye potencialmente sus posibilidades de triunfo. El funcionamiento colectivo es directamente proporcional al estado del jugador cuando de él dependen todos. Y ese es el riesgo. Los tres partidos que Cruz Azul ligó sin poder ganar, fueron los mismos tres partidos donde el uruguayo no anotó.

El goleo con las Águilas está repartido. Henry Martín tiene 6 goles, Viñas también suma 6. Cada uno aporta el 22% o el 44% entre los dos.

¿Si ustedes fueran D.T., preferirían un Rodríguez, un Gignac o un ataque como el de León?

 
 
Twitter: @CARLOSLGUERRERO