Éste célebre dicho popular que se usa para indicar que, aunque las cosas parezcan seguras, puede ser que al final no lo sean, es precisamente el reflejo de lo que se ha vivido en la Semana 3.
La sal y pimienta comenzó con la banal discusión entre Minshew y Fitzpatrick sobre el bigote de aquél y la barba de éste, luego Minshew se burló de la edad de "Fitzmagic", pensando que la victoria sobre los Dolphins sería cosa sencilla para los visitantes, pero no contó con que "el viejito", con dos lanzamientos de TD y una anotación por acarreo, fue el que al final le acabó callando la boca al chamaco.
Ayer fuimos testigos de la aplicación de este famoso refrán cuando en el partido más cerrado de la mañana, los Rams se alzaban con la victoria en los últimos segundos frente a los Bills, pero de pronto los referees marcaron un riguroso castigo que le permitió a los Bills arrancarles el triunfo.
Si se trata de personificar el folclórico proverbio, basta con ver una y otra vez el pase de 55 yardas lanzado por Russell Wilson a DK Metcalf, quien, por andar celebrando a destiempo a una yarda de la gloria, perdió el ovoide gracias a la concentración del novato Trevon Diggs, hermano de Steffon Diggs.
En otros ejemplos, tenemos lo que le pasó a los Vikings, que mantuvieron a raya a los Titans y a pesar de las casi 400 yardas generadas entre Dalvin Cook y Justin Jefferson, al final no pudieron.
Algo similar sucedió en Arizona, que tenia un partido cantado a su favor y, a pesar de las grandezas de Kyler Murray, pesaron más sus tres intercepciones.
O el caso de los Cowboys, que en los últimos momentos de su partido pudieron, por unos instantes, ponerse arriba en el marcador... pero Seattle es mucha pieza.
Pero si el dicho popular le cuadra perfecto a algún equipo es a los Falcons, que ratificaron ser los reyes de desparramar la sopa. Es increíble cómo han dejado ir dos victorias claras al hilo: el fantasma del Super Bowl LI sigue con ellos.
En otros duelos, los 49ers, que son un hospital, dominaron al lisiado equipo de los Giants; los Chargers regresaron a jugar Charger Football y los Panthers no tuvieron que hacer mucho para llevarse la victoria.
Los Colts aplastaron al peor equipo de la Liga, mientras Tom Brady y Bill Belichick no se extrañaron para nada.
Además, la defensiva de Washington se hartó de tanto error de Dwayne Haskins y se desmoronó al final ante los Browns, Eagles y Bengals no pudieron estar más parejos y los Steelers sudaron más de la cuenta.
En el juego de la noche, nos quedamos todos con las ganas de ver a Michael Thomas y Davante Adams, ausentes por lesión.
Hoy tenemos un platillo de lujo, un posible adelanto de lo que podría ser la Final de la Conferencia Americana con los campeones Chiefs, comandados por Patrick Mahomes, que irán a meterse a la casa de Lamar Jackson y compañía.
Pronostico un agarrón, me quedo con los Cuervos de Baltimore pero, como dicen por ahí: "del plato a la boca se cae la sopa".
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