Soy de los que piensa que ha sido un primer gran ensayo. Como propuesta, como iniciativa, como medida emergente, como innovación en cuanto a generación de contenidos, la E-LigaMX cumplió con las expectativas y ayudó a que las marcas (clubes) se mantuvieran vigentes tras casi 100 días de inactividad.
Santo que no es visto, santo que no es venerado. La presencia de marca es fundamental y más en estos tiempos.
Evidentemente habrá cosas que perfeccionar si es que algún día nuestros dirigentes piensan retomar la propuesta.
Me queda claro que así como hay un sector considerable de aficionados al futbol que siguió el torneo más por novedad que por convencimiento, también existe un nicho importante de seguidores que en efecto, podrían seguir consumiendo ese mundo alternativo y virtual sin problema alguno.
Aplaudo el esfuerzo de los clubes, de los CM, de los jefes de prensa y sobre todo, de los jugadores que aparecieron en escena sin necesidad alguna. Que estuvieron siempre dispuestos a poner la cara sabedores de que estarían expuestos a críticas injustas, banales e innecesarias.
Técnica y logísticamente fue todo un reto para las televisoras que operaron los más de 150 juegos que requirieron una producción cercana a la de un juego real. Con niveles considerables de inversión en foros, traslados y horas satélite.
Será momento de que se saquen conclusiones. Lo peor sería dejar que el tiempo empolve el primer torneo virtual. Tendrá que venir un análisis profundo para saber qué sirvió y qué no funcionó.
Aparentemente el torneo se hizo largo, demasiado extenso y eso provocó durante un momento que el desarrollo del mismo fuera perdiendo interés. Interés que se recobró con la Liguilla. Obvio, con la eliminación directa que tanto apasiona.
La industria de los videojuegos cada día es más poderosa, crece a pasos agigantados por todo el mundo. Desaprovechar la ventana que ya se abrió, tapar el túnel que ya tiene un camino, sería el más grande de los errores.
Dirigentes de nuestro futbol y dueños de clubes tendrán que replantear cómo dar el segundo y el tercer paso. Insisto, hay un nicho de oportunidad que podría arrojarles grandes ganancias si toman la ruta adecuada.
Sería estupendo pensar en gamers profesionales, en jugadores que sean contratados por cada equipo para darle realce, brillo y poder a cada institución en el escenario virtual. Una competencia que ponga a todos frente a frente para que cada marca, cada patrocinador, cada inversión, tenga una exposición distinta.
Si equipos como PSG, Manchester City, PSV, WestHam, Schalke 04, Besiktas y Ajax, entre otros, tienen presencia profesional en torneos internacionales, ¿por qué no habrían de tenerla clubes mexicanos?
Aprovechen, la puerta ya la abrieron. No permitan que se vaya a oxidar.
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