Ser "mexicano" nunca ha sido una desventaja para aprovechar las oportunidades personales o profesionales que la vida te concede, a menos, probablemente, de que seas un futbolista buscando jugar en el mejor nivel posible del juego.
Y antes de que se confunda, quiero aclarar que no hay ninguna clase de discriminación o de nacionalismo en el tema. Sigo hablando de futbol y sólo de futbol.
Lo vimos clara y tajantemente el miércoles en la Arena Johan Cruyff. El nivel de Jesús Manuel Corona es el mejor de su carrera. Le alcanzó, a sus muy buenos 27 años, para ser el mejor futbolista de la Liga de Portugal.
Fue un jugador regular, efectivo en varias posiciones del campo y un baluarte para el título que obtuvo su club, el Porto. Cuando todo parecía indicar que era el momento ideal de dar el paso hacia un nivel más desarrollado del juego -otra Liga, otro equipo- nadie pagó los 30 millones de euros que el club portugués pretendía por el futbolista mexicano.
¿Por qué? Podemos encontrar varias justificaciones, entre ellas, que el mercado atraviesa por una crisis debido a la pandemia, pero es evidente que cuando un club grande de Inglaterra, de España, de Italia o de Alemania aprecia el talento y lo necesita, saca inmediatamente la chequera.
"No exportamos al mismo nivel que otros países como Argentina o Brasil", dice en su cuenta de twitter, Miguel Layún, el futbolista de Rayados, de la Selección Nacional y que ha jugado en Inglaterra, España, Italia y Portugal. "Conozco bien al 'Tecatito'. Él podría jugar donde quisiera".
El futbolista mexicano no tiene fama, no cuenta con la reputación necesaria, no es un jugador acostumbrado a rendir en los máximos niveles del juego. Apenas tres futbolistas de origen mexicano se han asomado en el llamado nivel "Clase A" europeo: Hugo Sánchez, Rafael Márquez y Javier "El Chicharito" Hernández.
Más que un futbol exportador, México es un futbol que consume internamente. En varias ocasiones, el mundo futbolístico se ha quedado sorprendido por los montos que generan las operaciones internas de la Liga MX, para mejor ejemplo, lo que ocurrió con Rodolfo Pizarro cuando fue vendido del Pachuca a las Chivas y luego de las Chivas a los Rayados.
¿Cómo pretendemos, entonces, que los grandes clubes europeos confíen "a ciegas" en el talento mexicano? Entiendo que en el caso del "Tecatito" o del propio Raúl Jiménez, ellos ya mostraron una capacidad para jugar en un nivel importante del juego europeo, pero siguen siendo "mexicanos" y su cotización para con la historia del futbol sigue alejada de los grandes niveles de exigencia y de confianza.
No hay ningún tipo de discriminación o de nacionalismo en el tema. No se confundan. Se trata de un prestigio, de un crédito, de una fama que el futbolista mexicano no posee hoy en día porque su industria tiene otra clase de necesidades y prioridades.
"El Tecatito" Corona y Raúl Jiménez están un nivel extraordinario. Si fuesen argentinos, brasileños u uruguayos, ya alguno de los "grandes" clubes europeos habrían pagado lo que sea para tenerlos en sus alineaciones.
Cuando el ser "mexicano" es una desventaja...
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