Debo felicitar al Club Deportivo Guadalajara.
Leí con detenimiento el protocolo que plantean para el retorno de la actividad y de la Liga MX. Veintiocho páginas que no tienen desperdicio. Y, aunque el documento es exclusivo para el personal de la institución, no descartan que en una segunda fase, el protocolo sea compartido con el resto de los equipos pensando en una correcta reactivación del torneo.
En días donde abunda la desinformación, la apatía, la impaciencia, la necedad, necesidad y hasta cierta rebeldía, resulta sumamente grato que un equipo tan importante y con tanta jerarquía en el País, levante la mano desde una vitrina repleta de sanas propuestas y sólidos argumentos.
De acuerdo a varios análisis y ejemplos de otras disciplinas que han parado por huelgas, Chivas establece que será necesario realizar un periodo de pretemporada de al menos 30 días, ya que los jugadores alcanzarían hasta 10 semanas sin el entrenamiento adecuado y que según los estudios, existe una disminución del rendimiento del 10% por cada semana que no se entrena adecuadamente. Las lesiones podrían ser el verdadero enemigo en la reactivación.
El aspecto deportivo está pasando a un segundo término. Hoy, la salud, la protección y el rescate financiero son los temas que más importan a todos los involucrados.
Por ahora, lo primordial es establecer las medidas sanitarias correctas para que vuelva a andar la gran maquinaria que da sustento a miles de familias. Si hoy le preguntáramos o le diéramos a escoger a cualquier directivo: trofeo o estabilidad, título o finanzas sanas para poder operar con relativa normalidad lo que resta del año, más del 80 por ciento se inclinaría por lo segundo.
El verdadero desafío no sólo será cómo establecer protocolos como el que plantea Chivas, sino encontrar las fórmulas adecuadas para que no deje de haber liquidez en cada uno de los clubes, en cómo convencer a los patrocinadores de que se mantengan firmes en el proyecto y en cómo reestructurar planes de pago para todos aquellos que compraron jugadores y que aún no han terminado de pagar.
Algo me dice que el regreso será un tanto anecdótico. Que por más que emocione el torneo y genere esperanza en todos, en lo deportivo la afectación será notoria. Será un cierre que nada tendrá que ver con lo ya jugado. Será un torneo aparte, distinto, distante y extraño. Pase lo que pase, no faltará quien le ponga un asterisco al campeón.
Por cierto, también un reconocimiento al Club León por el invaluable esfuerzo puesto en estos tiempos. Siempre buscando novedosas maneras para ayudar a quienes más lo necesitan. Sean guantes, caretas, cubre bocas o dinero recaudado para ser entregado a alguna institución, León está marcando la pauta.
Lo que no puede hacer a falta de pelota, lo hace sin ella con ideas asombrosas.
Twitter: @CARLOSLGUERRERO |