Tigres suma cinco partidos ganados de forma consecutiva y no faltará quien diga que de igual manera llegó a ligar cinco encuentros sin conocer la victoria.
No puede uno remarcar que es el equipo con mejor repunte porque, algún sabio de la materia saldrá a gritonear que de nada sirve su ascendente estadística si no consigue el título.
Cuidado si alguien se atreve a señalar que Tigres despertó porque de inmediato arrojarán el balde de agua helada diciendo que no brindan espectáculo.
- Oye pero, son cinco partidos sin recibir un solo gol.
- Es que son defensivos.
¡Caray! Cuánto daño les hace Tigres, cuánto escozor genera, cuánta envidia provoca, cuánto les duele su modus operandi y cuánto empacho les causa saberlos tan dominantes de un sistema de competencia que tienen quirúrgicamente controlado.
Qué bueno que de Rayados no se habla tanto en la presente campaña porque no quisiera ni saber cómo reaccionaría el medio en general si las portadas y la conversación la tuvieran los regios por encima de todos.
Qué argumentos tan baratos y estériles aquellos de "pero no brinda espectáculo", "pero no emociona", "pero es aburrido". Yo me pregunto. ¿Y el resto? Si en esas mediciones nos basamos, ¿cómo andarán los otros equipos? A Pumas se le alaba y a Lillini casi se le esculpe un busto de cobre por tan sorprendentes resultados, pero nadie habla de si genera sensaciones extraordinarias, si promueve un juego espectacular o si mantiene al filo de la butaca a todos los televidentes los domingos al mediodía.
Si a esas vamos, sólo un equipo en todo el circuito del futbol mexicano genera emociones constantes en casa y fuera de ella. Sólo uno de 18. Y lo lleva haciendo desde hace dos o tres o más torneos. Me refiero al León. Es ofensivo, es agradable, sabe a lo que juega, es preciso, eficiente y tiene sociedades muy marcadas.
¿Por qué tendría que ser Tigres el más obligado a cautivar y a seducir si no se cansan de decir que es un equipo chico? ¡Decídanse entonces!
Le dicen chico, pero lo critican como grande. Le dicen aburrido, pero todos están al pendiente, deseosos de verlo caer para encender la maquinaria de burlas. Concluyen tajantemente que da flojera verlo sin darse cuenta que con esos comentarios le están exigiendo más que a cualquiera.
Ojalá a Chivas se le presionara así. Otro futbol mexicano tendríamos.
La crítica incendiaria hacia Tigres, hacia Rayados y al futbol regio en general, es sistemática. Algunos han encontrado en ello el nicho perfecto para ganar popularidad y cierta relevancia. Pegarle al que responde para causar ruido y terminar siendo el centro de atención.
Ahora resulta que espectaculares son todos y que Tigres es el único que rompe la norma. ¡Por favor! Ni Rayados ni Tigres son indiferentes. Cada vez se incrustan más fuerte y profundo.
Son el gusto culposo de muchos. Acéptenlo.
Twitter: @CARLOSLGUERRERO |