Señoras y señores, Chivas volvió a ganar, rompió una racha de derrotas interminable y escogió el mejor momento, pues lo hizo contra Tigres, el mejor equipo del futbol mexicano, el campeón, y lo recibió justamente en su estadio para ganarle con un cabezazo de Antonio Briseño, quien en alguna ocasión fue jugador de Tigres, y después un penalti que le marcaron a Alan Pulido para el 2-0. Hasta ahí todo bien.
Chivas fue mejor en el primer tiempo; Salcedo cometió un error: fue expulsado, y Tigres mejoró en el segundo tiempo y empujó sobre la portería de Toño Rodríguez, quien por cierto hizo una desviada espectacular ante un remate de Gignac.
Hasta ahí el partido iba tranquilo, el Rebaño tiene posibilidades de clasificar a la Liguilla, está metido en racha muy difícil, tiene que superarse muchísimo, pero parece que Tomás Boy finalmente le encontró la cuadratura al equipo, hizo un buen diseño, Briseño le dio solidez a la defensa, seguramente con Hiram Mier, quien regresará, le buscarán un sitio a Briseño, pueden sacrificar a Van Rankin.
Tigres, en su estilo: con posesión de la pelota, cortando espacios laterales y de rompimientos sobre Gignac, con una media cancha sólida y fuerte comandada por Guido Pizarro, pero cuando el partido transcurría 1-0 y Tigres estaba encima de Chivas, me parece que Tomás Boy se dio cuenta que en cualquier momento podía caer el empate y empezó a reclamarle airadamente al árbitro del partido.
La situación creció, vino la amarilla para Boy, insistió, Gignac se acercó, se hicieron de palabras, de ademanes, uno dijo que era el número uno, el otro dijo que lo esperaba afuera y finalmente el árbitro decidió expulsar a Boy.
Tomás dice que sólo se dirigió al árbitro para decirle que había demasiados reclamos de algunos jugadores de Tigres, sobre todo de Gignac, quien dice que nunca le reclamó.
Luego el francés siguió enojado y subió a sus redes sociales una foto de Boy cuando era entrenador de los Rayados con una frase que atribuye al DT: "Yo no soy tigre, soy Tomás Boy y soy rayado". Luego entonces puso: "Yo sí soy tigre y mi objetivo es ser un buen ejemplo, buenas noches, raza". Más tarde escribió: "Hay cosas más importantes que meter goles, está claro que tenemos distintos valores".
Y ahí quedó la situación entre dos ídolos de Tigres en diferentes épocas, con 104 goles cada uno, Gignac el mejor jugador extranjero de los últimos tiempos en México, y Boy fue un jugador fino, elegante, de época, jugó 431 partidos con Tigres del 70 al 90 más o menos, pero bueno, ahí quedó la discusión.
Chivas da la impresión de que podría tomar el resultado como un envión para escapar de los últimos lugares y buscar lo que quiere la afición, que se meta a la Liguilla, el "fuera Boy" que corrió en las redes sociales durante toda la semana, se cambió por aplausos, hay que darle su valor real, no es fácil ganarle a Tigres y Chivas le ganó.
Lo de Gignac y Boy es cosa aparte, es de ellos, pero eso no tiene por qué tapar el buen resultado de Chivas.
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