Algunos dirán que es simplemente una cortina de humo para desviar la atención. Que todo es parte de una estrategia bien pensada y estrictamente ejecutada para que hoy se hable más de las medidas disciplinarias y no tanto del futbol, ese que por escaso e inconsistente, tiene a las Chivas en la octava posición de la tabla general.
Yo no lo creo. Dudo que esto del mensaje contundente de Amaury Vergara y Ricardo Peláez sea una forma elegante y brillante de abrir el paraguas porque ya vislumbran algún tipo de tormenta en el cielo chiva para cuando comience la Liguilla o... mejor dicho, el Repechaje.
Era necesario hacerlo y se atrevieron. Medidas plausibles en tiempos donde la agrietada economía ha causado estragos hasta entre los más grandes y poderosos.
Felicito a Amaury Vergara por dar ese paso tan oportuno y necesario en aras de frenar en seco todo aquello que no comulgue con los valores de tan importante institución. Bien por Ricardo Peláez que se mostró implacable en su discurso. Dijo lo justo con autoridad y liderazgo. Suficiente como para causar eco en todas esas mentes perdidas o dispersas que parecen abundar en su equipo.
La decisión no era sencilla porque pierden activos y porque la afectación económica dejará abolladuras en las finanzas de por sí erosionadas por lo atípico y cuasi apocalíptico del 2020. Aún así, la dirigencia optó por desarticular cualquier cable que pudiera provocar otro corto circuito al interior en largo o mediano plazo.
El mensaje y la decisión de Cero Tolerancia de Vergara y Peláez servirá para que no sólo jugadores de Chivas reaccionen a tiempo, sino para que todo el gremio sea mucho más responsable y consciente de lo que se debe y lo que no se debe hacer. "Te lo digo Juan para que me escuches Pedro". Una medida expansiva para todos los Pedros que andan por ahí desperdiciando el tiempo tan valioso que suponen les pertenece.
¿Se pudo evitar todo esto? Creo que sí. Pero las anteriores medidas fueron laxas y endebles. No impactaron donde debían impactar. A nadie asustaron. Todo terminó en una cadena de reincidencias. El excesivo apapacho por parte de los dirigentes, la vista gorda de los entrenadores en turno y la nula exigencia de la afición, hicieron de estas Chivas un equipo aburguesado repleto de jugadores que parecen desconocer el valor de tan histórica camiseta.
Por eso es que se debió llegar a esto. A ese grotesco punto de tener que separar las manzanas en las que ya danzaban algunos gusanos. Todo por no detectarlas desde antes y dejarlas en la misma arpilla junto a las buenas.
Veremos qué le depara el futbol a la "Chofis" López. Quién será el paciente y valiente club que le concederá más tiempo para ver si por fin despega.
Quién se animará a pagar el suelo de José Juan Vázquez a su casi 33 años y si algún otro grande le abrirá las puertas como Chivas se las abrió a Alexis Peña.
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