Russell Wilson está teniendo el mejor inicio de temporada desde que llegó a la NFL.
Sus actuaciones ante Atlanta y Nueva Inglaterra rozaron la perfección, con 9 pases de anotación, más de 82 por ciento de pases completos, un rating de 140 puntos y solamente una intercepción que no fue su responsabilidad.
El mariscal de campo de los Halcones Marinos parece empeñado en ser designado, por primera vez en su trayectoria, como el MVP. Y es que debido al sistema a través del cual los expertos eligen al Jugador Más Valioso de la liga, y gracias a que una y otra vez se ha "topado" con rivales formidables que han tenido actuaciones mejores que él, el egresado de la Universidad de Wisconsin no ha obtenido siquiera un voto para dicha nominación.
Aunque al inicio de su carrera tuvo la ventaja contar con una defensa sólida y agresiva, y su trabajo se limitaba a administrar una ofensiva en la que el ataque terrestre era la base, con el paso del tiempo sus responsabilidades se incrementaron de forma radical.
Hoy en día, el éxito de la unidad que coordina Brian Schottenheimer depende de su extraordinaria capacidad para desbalancear a las defensas contrarias con su movilidad y para mantener, aún estando en movimiento y con varios rivales encima, la mirada siempre puesta en sus receptores.
Wilson es, además, el mejor de la liga para encontrar a sus receptores en trayectorias profundas, gracias a un brazo que le hubiera permitido jugar en Grandes Ligas y a su destreza para esperar, dentro de la bolsa de protección, y sin apresurarse, el momento preciso para soltar el balón.
Pero más allá de todos sus logros y sus virtudes, me parece que el detalle más relevante de su trayectoria, es su increíble capacidad para mantener a su equipo en la pelea.
Russell Wilson ha jugado, de 2012 a la fecha, un total de 147 partidos, con 99 victorias, 47 derrotas y un empate. Y aunque parezca increíble, en solamente cuatro de esos descalabros, contra Green Bay en 2016, contra Carneros en 2017 y 2019 y contra Atlanta en los playoffs de 2016, los Halcones Marinos llegaron al último cuarto con un desventaja de más de 7 puntos.
En pocas palabras, y gracias a que Wilson no se ha perdido un solo partido desde que se ganó la titularidad antes de la temporada del 2012, los Halcones Marinos han sido el equipo más competitivo de la NFL en las últimas ocho temporadas.
Y aunque es cierto que han perdido muchos partidos cerrados, también está claro que su mariscal de campo, salvo en muy contadas excepciones, siempre les da la posibilidad de luchar por el triunfo. Y este detalle que parece muy simple, tendría que darle, tarde o temprano, y más allá de otras estadísticas más "mediáticas", el reconocimiento como uno de los mejores que jamás haya jugado este deporte.
Twitter: @JosePabloCoello |