Resulta extraño que nuestro reloj futbolístico marque ahora diferentes las horas: le semana no termina ya en domingo.

El balón ha vuelto a rodar y lo seguirá haciendo con un partido originalmente programado para esta noche y otros tres que tuvieron que cambiar de día.

Habremos de acostumbrarnos a los cambios de último momento, a que falten varios titulares en partidos en los que estaban contemplados, a la lluvia de cambios promediando el minuto 60 y a las decisiones que un VAR más pulcro nos entregará partido a partido.

Aparte de ser un instrumento de justicia, el videoarbitraje es una herramienta pedagógica: el futbolista está siendo educado porque cada vez es más difícil que le sea pasado por alto un codazo, una caricia con los tachones a los chamorros enemigos o alguna infracción que antes no era posible detectar a simple vista por la velocidad del juego.

Habrá de ajustar sus tiempos porque en varios casos, como en el Cruz Azul-Santos, dos consultas se llevaron 10 minutos. El futbol hace impredecible la hora en que terminan los partidos y es necesario dudar menos.

El primer vistazo habla del peso de los Tigres, que administraron el primer partido del torneo para entregarle a Necaxa un paquete a domicilio de tres goles a cero. Pese a la mejoría de los rojiblancos en la segunda mitad, el tanteo es muy sonoro.

El doblete de Gignac le hace firmar desde el inicio la solicitud para el puesto de mejor jugador de la Liga. El francés no conoce el cansancio.

Cruz Azul, favorito de muchos, gana bien su partido contra Santos, que se queda muy temprano con un hombre menos.

La Máquina tiene muchos recursos y pese a jugarse bajo una tormenta digna de Noé, solventa bien el duelo cuyo lamento es la expulsión de "Cabecita" Rodríguez cuando ya no era necesario tomar riesgos con ninguna entrada: el duelo estaba resuelto.

Vendrán partidos más duros que comprueben el estado celeste, al que ahora parte de la crítica le suma hasta los partidos interescuadras como parte de su invicto. Es una exageración.

Chivas, con demasiadas ausencias, sufre a ratos contra el León, anotado una vez más en la lista de aspirantes al título por el plantel que maneja espléndidamente Nacho Ambriz.

El Guadalajara no está muy abajo en las posibilidades.

Hay otros dos equipos a los que dio gusto ver: Xolos por la vocación de Pablo Guede de incomodar al rival en cualquier parte del terreno para quitarle el balón pese a la resistencia atlista, y Gallos Blancos, que durante 20 minutos se le fueron encima a los Pumas aunque la ruleta de errores inclinó el marcador al otro lado. ¿Podrán seguir siendo tan osados los queretanos?

La jornada termina mañana con nuevas presentaciones.

Son los primeros escarceos del esperado regreso del balón
 
 
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