· ¿El objetivo? Ganar. ¿De qué forma? A batazos.

Que la cantidad de HRs hechos en un juego sea proporcional a las posibilidades de vencer tiene todo que ver con un cambio de filosofía y nada que ver con un mal pitcheo.

La idea de ganar en Playoffs con la llamada "pelota pequeña" fue aplastada por la impecable mecánica de bateo que ha sabido contrarrestar a una generación de serpentineros que lanza más fuerte y preciso que nunca. Para muestra, sólo 3 toques de bola en unos Playoffs donde los jonrones llegan a racimos.
 
 
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