Besar el escudo de 2 diferentes equipos hoy en día es motivo de gran polémica para un futbolista. No a manera de burla, no a manera de provocación, simplemente como agradecimiento y reconocimiento a la empresa que en ese momento le apoya, le paga y confía en él. Sin embargo, el hecho de besar el escudo del rival en los tiempos que tenía un contrato con ellos, parece que le prohíbe en automático realizar un gesto de apego hacia su actual equipo.
Varios ex futbolistas y periodistas opinaron, luego de observar el beso al escudo durante el festejo de J. J. Macías, tras marcar el primer gol de Chivas a León en la Fecha 8 del actual torneo: "Innecesario e injusto... León le dio mucho por no decir todo", dijo un ex goleador y hoy voz influyente... "Para qué besar la camiseta y exponerse a la crítica", dijo un veteranísimo periodista... "Es el mismo jugador, a cuál le hacemos caso?", preguntaba un excelente conductor al publicar 2 fotos de Macías, en las que besaba el escudo de Chivas y de León respectivamente.
A más de uno se le ocurrió la metáfora ideal para este caso: "No puedes besar a tu novia actual porque ya besaste a la anterior". Usted decida si el paralelismo es válido.
En los últimos años se puso tan de moda no celebrar goles ante su ex equipo, que para mucha gente pasó a ser, más que una tradición, una obligación abstenerse de festejar esas anotaciones. Sin ir más lejos, en esta pasada Jornada 8, Elías Hernández anotó el segundo gol para Cruz Azul, en su visita a Morelia. Para mi sorpresa, con mucha serenidad, juntó las manos en señal de perdón y simplemente permitió que sus compañeros le abrazaran sin hacer mayor aspaviento. Fue en ese momento que recordé que "el Patrullero" dejó Monarcas hace años y ha pasado por 3 clubes más, donde ha dejado mayor huella. Cada quien.
Cada vez que surgen estas polémicas sobre la fidelidad y el respeto hacia un club, al momento de la celebración con otra camiseta, inevitablemente tengo que recordar a quien sin duda ha sido uno de los futbolistas más exitosos, nobles, respetuosos y queridos en el futbol mexicano: Enrique Borja. El 18 de septiembre de 1977: su despedida en el Estadio Azteca. América vs. Pumas, sus únicos equipos. Hasta ese día no había podido anotar al club donde inició y al que representó por 5 exitosos años, pero durante el primer tiempo lo hizo en 2 ocasiones. En ambas celebró efusivamente y, hasta el día de hoy, ningún Puma le reclamó sus festejos.
Es encantador hacer polémica hoy en día sobre cada manifestación que observamos en un campo de juego, es fascinante leer y escuchar puntos de vista tan encontrados, pero no es agradable rivalizar y confrontar por tener una opinión contraria.
Quizá usted piense que es un insulto al León que Macías bese hoy el escudo de Chivas, cuando hace un año besó el de La Fiera. Penso que un futbolista debe ser agradecido con el equipo que le paga y la afición que le vitorea, y una forma de demostrarlo es con la celebración efusiva del gol y otra con la muestra de cariño a través de su camiseta y escudo.
Twitter: @FELIXATLANTE12 |