En medio de la turbulencia chiva, no había hombre más experimentado ni figura tan ideal para contrarrestar las olas que Víctor Manuel Vucetich.
Chivas ha acertado con la decisión de apostar por un técnico que transpira serenidad y sapiencia. Hoy por hoy, el único -dentro la gama de posibilidades- capaz de tomar el timón y sacar a flote el navío antes de que terminara hundido por los mares embravecidos.
Pero primero, "El Rey Midas", como es merecidamente llamado, tendrá que poner mano dura e implementar férrea disciplina, casi militarizada si es necesario, y colocar un filtro para saber con quiénes cuenta verdaderamente para su proyecto y quiénes no están ni para ser convocados. Será parte de su labor, sin distinción de jerarquías y apellidos, separar lo sano de lo podrido y lo rescatable de lo ya perdido.
Antes de entrenar nuevas estrategias, "Vuce" deberá hacer una lista con los jugadores que estén comprometidos a mejorar -por corta que quede- y otra, donde aparezcan los que irresponsablemente desconocen el valor de una camiseta como la de Chivas. Que en ella resalten los nombre de aquellos que piensan que ya no tienen que demostrar nada porque alcanzaron la etiqueta de leyenda cuando apenas rebasan 50 partidos en Primera División.
Por más que llegue un hombre conocedor, ganador y de calidad probada en el banquillo, Chivas no va a funcionar mientras el plantel no sepa que son muchas las deudas y dudas esparcidas en los últimos años. Que es necesario invertir más horas en la cancha y menos en reuniones, que es urgente recapacitar, preocuparse menos por el look y dejar de aparecer en televisión victimizándose por las críticas.
Chivas necesita quejarse menos y jugar mejor. Y no es cuestión del peso de Eduardo López, es cuestión de que entregue cinco partidos decentes de manera consecutiva. No uno de cada 10. No se trata de desmentir a la prensa, de pelear con ella, se trata de evitar ser el blanco perfecto extra cancha, de exponerse menos y concentrarse más. ¿Verdad, Calderón?
Están a tiempo de reconsiderar dónde juegan y para cuántos millones de aficionados lo hacen. Ya tienen a Vucetich. Ahora ayúdenle. Por arte de magia no van a ganar si juegan como lo venían haciendo ni distrayéndose como se les hizo costumbre aprovechando el ambiente permisivo que se respira ahí dentro (labor también de Peláez).
MARQUITO Ha sido muy inteligente fichando por Juárez. Ir a un equipo de mayor exigencia habría resultado una olla de presión innecesaria. Marco Fabián sabe que primero debe recuperar su futbol para después aspirar a algo más. Con Bravos podrá lucir y destacar si así lo desea. Condiciones tiene. Falta que quiera.
Ahora bien, si ni en Juárez consigue regularidad y recuperación de nivel, las oportunidades escasearán. Podría ser ya muy tarde cuando abra los ojos.
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