Llega ElClásico en esta temporada 2020/21 de LaLiga. Y uno realmente especial por ser el primero tras la aparición del Covid-19 en nuestras vidas.
Por primera vez en la historia no habrá público en las gradas, pero estoy seguro de que habrá incluso más aficionados que de costumbre al otro lado de las pantallas. Y la misma pasión de siempre sobre el césped.
Es el mejor partido de clubes del mundo, y eso no cambia en esta nueva normalidad: el ilusionante nuevo proyecto de Koeman frente a la brillante solidez del equipo de Zidane, Messi contra Sergio Ramos, Griezmann ante Benzema, el futuro del futbol mundial en un mismo rectángulo de juego con Ansu Fati, Trincao, Vinicius y Rodrygo.
Son los dos clubes de futbol más valiosos y seguidos del mundo, frente a frente. No hay otro partido, otra Liga ni otro espectáculo de entretenimiento semejante en el mundo. Ningún otro puede juntar a más estrellas que ElClásico.
Lo sé de primera mano. Mucho antes de que LaLiga convirtiera ElClásico en el fenómeno global que es hoy en día -con 650 millones de espectadores en todo el mundo-, la rivalidad entre Real Madrid y FC Barcelona ya ponía este partido en lo más alto del futbol mundial hace años. Recuerdo ser un niño y acudir con mis hermanos y mi padre a los Clásicos en el Santiago Bernabéu. Ya entonces eran partidos de una emoción tremenda, apasionantes dentro del campo y ardientes en las gradas. Son más de 40 años de socio merengue, y nunca te cansabas de ElClásico. Siempre hacía que mereciera la pena la espera. Ganaras o perdieras, volvías a casa con la sensación de haber estado en el epicentro del futbol mundial durante un par de horas, recordando jugadas con la adrenalina todavía por las nubes, aclarando la garganta, y debatiendo las tácticas con mis hermanos y mi padre. Siempre fue un partido que duraba dos semanas, los siete días de antes y los siete de después.
Y entre todos ésos, ElClásico seguramente más especial para mí: en febrero de 1997, en el Santiago Bernabéu. Mi debut como jugador en ElClásico. Fabio Capello me sacó al campo con quince minutos aún por delante, ¡y qué quince minutos! Enfrente tenía al mejor '9' del mundo entonces, Ronaldo Nazario, acompañado por Figo, Luis Enrique y Guardiola. Y de blanco estaban Roberto Carlos, Raúl, Redondo, Seedorf o Mijatovic. Sólo con volver a nombrar a esos jugadores, se puede entender fácilmente la dimensión que tiene ElClásico entonces y ahora. En ese momento, ahí en el césped, te sientes un auténtico privilegiado.
Por algo es el mejor partido de clubes del mundo. Por eso, y aunque mañana no estemos todos por primera vez desde que empecé a ir al Santiago Bernabéu, siempre hay ganas de ver ElClásico.
*Fernando Sanz es Director de Relaciones Institucionales Internacionales de LaLiga, responsable del proyecto de Embajadores y Leyendas de LaLiga, Presidente de la Fundación LaLiga, y ex jugador del Real Madrid, entre otros clubes.
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