Una vez que se confirmó el calendario para la presente temporada, el duelo entre Pittsburgh y Nueva Inglaterra, a disputarse hoy, parecía ser uno de los más atractivos de toda a campaña regular. Por un lado, los Patriotas son garantía de calidad mientras Belichik y Brady sigan en activo, mientras que los Acereros parecían tener las armas suficientes para competir contra un equipo que les tiene tomada la medida desde hace muchos años. Y es que desde la llegada de Bill Belichik a Foxborough, los Patriotas han ganado ocho de los 11 enfrentamientos entre ambas organizaciones. Y mientras Nueva Inglaterra ganó dos veces el Juego de Campeonato de la Conferencia Americana en el Heinz Field, los tres triunfos de Pittsburgh fueron siempre en temporada regular y uno de ellos con Matt Cassel en los controles, en lugar de Tom Brady.
Por si enfrentarse a un equipo que hace mucho tiempo se les ha indigestado no fuera lo suficientemente complejo, los Acereros tendrán que hacerlo sin la presencia de su gran líder a la ofensiva. Ben Roethlisberger ha sido operado de la rodilla y aún se desconoce el tiempo que pasará inactivo. Además, Markus Wheaton, con una dolencia en el hombro, y DeAngelo Williams, con molestias en la rodilla, también están lesionados y fueron descartados para entrar en acción. Así las cosas, no parece haber muchas opciones de triunfo para el equipo de Mike Tomlin. Aun cuando Landry Jones mantuvo el barco a flote cuando tuvo que jugar la campaña anterior, sus limitaciones son evidentes y, de su mano, la ofensiva pierde profundidad y se torna predecible. Además, enfrente estará una unidad defensiva que es la segunda mejor de la NFL en puntos permitidos por partido y la novena mejor contra la carrera, por lo que apostar a darle el balón continuamente a Le'Veon Bell pudiera no ser una decisión acertada.
La lesión de Roethlisberger compromete no sólo las opciones para el juego de hoy sino que podría volver a obligar a los Acereros a jugarse la supervivencia y la clasificación en la recta final de la temporada. Por lo pronto, esta tarde no tienen nada que perder. Aun jugando de visita, los Patriotas son ampliamente favoritos para sumar su sexta victoria y mantenerse con la mejor marca de la Conferencia Americana, por lo que Pittsburgh puede jugar sin presión para salir a buscar una victoria que, de concretarse, no sólo sería una sorpresa mayúscula sino que confirmaría que en la NFL no existe ninguna misión imposible.
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