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Centenario del América
Félix Fernández | 15-10-2016
en CANCHA
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¿Sabe usted como crecen las langostas? Para crecer es necesario dejar la comodidad, exponerse a depredadores y construir su nuevo espacio.

A medida que la langosta crece debe abandonar su concha, protegerse en una roca y una vez que construye su nueva protección, sale para ocupar su nuevo espacio, hasta que se repite el mismo patrón a medida que va creciendo. Muchas veces, cada que se siente atrapada, incómoda y bajo presión: arriesga para mejorar.

Leo esto mientras el América celebra su Centenario y, al repasar su historia es posible darse cuenta que, como langosta, este equipo ha tenido que renovarse y reinventarse cada vez que la situación apremia y que, a lo largo de 100 años, cada vez que lo ha hecho, vuelve a ubicarse al tope de la popularidad, de la Tabla, de la polémica, de los títulos, de los cuestionamientos, de la soberbia, de la rivalidad o de la envidia.

América produce una adrenalina distinta previo a enfrentarlo, porque ganar al América "viste", dicen muchos rivales. Es decir, te hace lucir mejor, más elegante, más guapo, gracias a la popularidad y la grandeza de las hoy Águilas como rival.

América inquieta diferente la semana previa, la estancia en el hotel el día previo, la noche previa, el calentamiento, la salida al campo y por lo general vencerle ofrece mejores premios.

Lo digo desde la afición rival: América es la representación de la prepotencia, de la extranjerización, del lujo que el resto no puede, del seguidor acostumbrado al éxito fácil y constante y del equipo que permite doble festejo al vencerle.

Sí, al final de cuentas encontraron la frase precisa: "Ódiame más".

América cumple 100 años y desde afuera observamos una celebración incongruente con su imagen. Este equipo nos ha sorprendido con festejos humildes y sencillos: nada más lejano a lo que nos tienen acostumbrados desde 1959, año en que pasó a ser propiedad de Televisa.

América tiene todo el derecho a "tirar la casa por la ventana" en sus fiestas y desechar presiones sobre la conquista de los tres torneos que disputa este semestre. Es campeón de CONCACAF en 2016 y no es poca cosa, sin embargo, parece que no ganar un título en lo que resta del año significaría un fracaso. El 12 de octubre partieron un pastel y comieron con todos sus empleados, sin embargo, se considera que al menos se debió organizar un partido en el Estadio Azteca contra un rival de jerarquía internacional.

Aunque no sería capaz de vestir una prenda del América, lo admiro como institución y como pieza fundamental del futbol mexicano. Celebro, no su cumpleaños, sino su existencia y gran convocatoria. Sus altas y sus bajas, sus notas diarias, sus aciertos y fracasos y su extraordinaria capacidad de crecer, reinventarse, encontrar la fórmula y recuperar el sitio de grandeza que le corresponde... tal como lo hace una langosta que decide no quedarse atrapada en la concha.

 
ffernandez@reforma.com
Twitter: @Felixatlante12
 
 
 
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Estudió la Licenciatura en Pedagogía por la UNAM. Como futbolista participó desde 1986 y hasta el Torneo Verano 2002 con: Toros de Texcoco, Atlante, Atlético Celaya y Puebla. Integró la Selección Nacional desde Mayo de 1993 hasta 1996; mundialista en EU 1994. Se ha desarrollado como articulista del Periódico REFORMA desde 1996.
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