Los Vaqueros de Dallas tienen un gran inicio de campaña. Luego de una dramática derrota ante los Gigantes, el equipo de la Estrella Solitaria ha ligado cuatro triunfos y está en el liderato de la División Este de NFC.

La ofensiva ha mejorado semana a semana y la exhibición en la primera mitad del duelo ante Cincinnati fue brillante. La línea ofensiva, aún con la ausencia del lesionado La'el Collins, sigue siendo una de las mejores de la NFL, mientras que Ezekiel Elliott es el líder corredor de la Liga y Dak Prescott es uno de los quarterbacks mejor evaluados en las primeras cinco semanas.

Los tres primeros triunfos de Prescott fueron ante Washington, Chicago y San Francisco, escuadras mediocres, sin embargo, Cincinnati es un equipo con aspiraciones de Playoffs y Dallas le pasó por encima.

Si la historia se repite el domingo en Lambeau Field y los Vaqueros le ganan a Green Bay, la controversia en torno a quién debe ser el titular en la Semana 8 será enorme.

La mayoría de los fanáticos, cansados de las lesiones y de la falta de triunfos en Playoffs de Tony Romo, querrían que la organización se la jugará con Prescott y apostará por una nueva era. Si con dos novatos han sido capaces de ganar cuatro partidos al hilo y hacer ver mal a un peso completo, no parecería ser necesaria una modificación.

Jerry Jones, sin embargo, ha declarado que el titular sigue siendo Romo y que retomará su sitio una vez que esté recuperado al 100 por ciento de la lesión que sufrió en pretemporada ante Seattle. Jones, además de ser amigo de Romo, lo firmó por 106 millones de dólares. Pero lo más relevante es que cree firmemente que puede darle otra dimensión a la ofensiva.

Lo ideal sería que la decisión la tomara el coach Jason Garrett, aunque en Dallas las cosas no siempre funcionan así. Soy partidario de que cuando se gana hay que repetir alineación.

Si Romo regresa y se mantiene sano, los Vaqueros serán un equipo incluso más completo y peligroso.

 
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