Ni regalado Uno más de los famosos campeones Sub 17 está en el limbo.
Entre tanto extranjero y naturalizado desde hace años, más la regla 10/8 y con las mareadas que se dan en unos ladrillos, la gran mayoría se ha perdido en las bancas.
Uno de los ejemplos es Carlos Fierro, delantero que no terminó de dar el estirón con las Chivas y José Luis "Pinocho" Higuera le prestó su pase a su primo en Querétaro.
Eso sí, como le dejó una opción medio alta, arribita de los 4 millones de dólares, los Gallos no están contemplando hacerla válida, porque nomás no ha logrado rendir.
La cosa es que en el Rebaño, con tanto delantero que ya tienen, no lo quieren de regreso ni para lavar los carros en Verde Valle, así que ya le mandaron decir que vaya buscando dónde jugar... o al menos cobrar.
No estaría mal que alguien lo convenciera de dedicarse a entrenar a tope, olvidarse de la fiesta y que le caiga el veinte que el tren se le puede ir más pronto de lo que cree.
A final de cuentas, cuando lo llamaron de último recurso para ir a Río 2016 ni ayudó al Tri y volvió con Querétaro más suplente de lo que se fue.
Ojalá se vea en los varios espejos que existen, como el del "Chatón" Enríquez, quien no tarda en retirarse con apenas 25 años.
O también el caso del "Venado" Medina, quien también anda dando lástimas en Tepic cobrando 40 mil pesos mensuales a sus 33 años, tras varios años de estar en el limbo y de haberse despedido de la Liga MX, mientras compañeros de más edad y menos cualidades siguen con contratos jugosos.
Ni tan a gusto Para la mayoría de los extranjeros venir a México es sinónimo de buena vida, comprar un buen carro, casa, lujos que quizá en su país no tenían, pero hay algunos que ni así terminan por estar a gusto.
Como decía mi abuelito "el dinero no da la felicidad, pero ah, cómo ayuda". Pues sí, pero cuando hay cosas que "el dinero no puede comprar", como dice el anuncio de las tarjetas, pues ahí es donde hay que encontrar la alegría por cuenta de cada quien y no todos lo logran.
En el caso de los futbolistas ese es un gran problema y normalmente eso se puede notar en la cancha; si no me creen pregúntenle al delantero del Atlas, Jefferson Duque.
Gana buen sueldo, tiene aquí a su familia, trae su carro de reciente modelo, vive en una zona bonita de Zapopan, pero nomás no encuentra el gol.
Ya van 8 jornadas en las que el atacante se ha quedado como el chinito, nomás milando, y la presión ya empieza a invadirlo.
¿Qué sucede? Sólo él sabe si el problema es que no está a gusto en el equipo, en la ciudad, no le gustan las tortas ahogadas, ya se desesperó con el tráfico de Guadalajara o de plano es su familia la que no se ha acoplado a la Perla Tapatía.
El caso es que el colombiano ya ha platicado con algunos conocidos en su país diciéndoles que ya se quiere regresar.
Ignoro si el "Profe" Cruz o Alberto de la Torre sabían de esto, pero si no, pues ya se enteraron.
Lo que sí saben es que hay quien trabaja sicológicamente con él para sacarlo adelante y que retome confianza, por eso irá con la Sub 20 apoyado con los especialistas en coaching del club.
Ojalá este movimiento les sirva a Luis Caballero y a Duque.
Salado y demandado El que no da una es Guillermo Vázquez.
Como no tenía chamba se le ocurrió poner una escuelita de futbol junto con su compa José Luis Salgado, pero ¡oh, sorpresa! Resulta que despidieron a un empleado y los demandó reclamando medio millón de pesos.
Vayan ustedes a saber de dónde sumó esa cantidad o cuánto le pagaban, pero ahora Memo ni tiene equipo para dirigir ni tampoco tendrá tiempo de planear un próximo proyecto al tener que dedicarse a lavar su imagen y dejar las cosas limpias ante las autoridades en Temixco, Morelos.
A otros socios ya les cayeron y ahora van sobre los bienes de Memo, así que si ven a alguien parecido moviéndose en camión o Metro no duden que sea él.
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