El futbol es fascinante porque siembra confusión y, de hecho, rara vez la elimina.
Si el aficionado no está confundido, no está prestando atención. Bueno, como alguna vez lo dijo Blaise Pascal: "Siempre se admira lo que no se entiende".
Creo que gran parte del misterio radica en que los menos expertos están completamente seguros, mientras que los enterados, llenos de dudas.
Y para demostrar que con regularidad confundimos lo que deseamos con lo que es, echemos un ojo a las posibilidades de lo que podría pasar el fin de semana entre Tigres y Veracruz.
En un análisis simplón, si el equipo de Ricardo Ferretti goleó a dos de los mejores planteles de la Liga como América (3-0) y Pachuca (4-2), por lo menos debería de pasar lo mismo contra un equipo que ocupa el lugar 14 de la general, que además es la tercera peor defensa del torneo, que no ha ganado de visita y que su única victoria fue contra el colero Santos.
De hecho, muchos de ustedes ya calcularon que los Tigres le anotarán tres o más goles al Veracruz, ¿pero realmente la posibilidad de que esto suceda es muy alta?
Más de uno contestaría: "Si el equipo de Ferretti juega bien, sí".
¿Pero y si Veracruz llega a jugar bien o muy bien, esto no podría terminar en derrota, empate o en una apurada victoria para el local?
Sólo como dato: De los últimos 125 juegos de Liga, Tigres ha marcado en dos partidos seguidos cuatro goles o más, cero veces.
Y ha marcado cuatro goles o más, sólo en siete de los últimos 125 partidos (6 por ciento). Además, sólo ha concretado tres goles en 14 ocasiones (13.7 por ciento), sólo dos goles en 25 (20 por ciento) y sólo un gol en 37 partidos (30 por ciento).
Con esto no quiero decir que los Tigres no van a anotar tres goles o más el sábado, pero sí que las posibilidades de que esto pase no son muy altas.
Y, por favor, sólo considere que cuando dos equipos juegan entre sí relativamente bien, por más diferencia de planteles que exista, el marcador difícilmente será abultado a favor de alguno. ¿No cree usted?
Del otro lado de la Ciudad, buena parte de la afición Rayada reprocha a Edwin Cardona por una supuesta actitud para no correr. En lo personal, yo soy fan del colombiano, pero intentando ser objetivo, publico estos datos.
Distancia recorrida promedio por cada 90 minutos (Apertura 2016): Chará 8.9 kilómetros, Gargano 9.3 kilómetros, Sánchez 10.4 kilómetros y Cardona 9 kilómetros.
"Pero, usted perdone, el futbol se juega, no se corre. O usted pregunta de un partido que no vio: ¿cómo jugaron o cómo corrieron?", Jorge Valdano.
Este Monterrey siempre será mejor si Edwin Cardona está en la cancha. Y cuanto más nos empeñemos en medir al futbolista, menos importancia le damos a la belleza que fabrica.
PD. No se aprende nada siendo perfecto... ¡hay que equivocarse!
Lo escrito, escrito está.
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