Señoras y señores, para todos los mexicanos que esperaban por lo menos una medalla, aunque habrá que esperar qué resulta en la siguiente pelea, pero Misael Rodríguez, originario de Parral, Chihuahua, consiguió la primera.

Esto libera un poco la enorme carga que traían todos los deportistas mexicanos ante la nula suma de metales en el medallero.

Lo que hay que admirar es la capacidad que tiene un país muy pequeño como Jamaica para desarrollar atletas de altísimo nivel como es el caso de Usain Bolt y todos sus corredores de velocidad.

Demostró ayer que aun saliendo retrasado en la prueba, en los últimos treinta metros aceleró, tiene como una cuarta o quinta velocidad, y adiós, terminó ganando y siendo el rey del olimpo y del estadio de Río.

Terminó la prueba de Bolt, se vació el estadio enseguida y no hubo más que aplaudirle como un atleta de altísimo nivel que ha conseguido tres medallas en los últimos tres Juegos Olímpicos, en Beijing 2008, Londres 2012 y ahora en Río 2016.

Parece ser que ha llegado la hora del remplazo, él mismo lo dijo: quiero ganar los 200 metros y el relevo, en donde hay chicos muy jóvenes, con mucha velocidad, con mucha capacidad, que pueden ayudar a seguir manteniendo a Jamaica como uno de los países más rápidos en el mundo.

El brillante triunfo del caribeño si bien no fue aplastante, con 9:81, el crono más bajo con el que ha ganado un oro, es porque nadie lo presiona.

Gatlin aceleró, pero no le dio alcance y le permitió a Bolt ganar con relativa facilidad sus pruebas y seguramente así lo hará en sus dos próximas pruebas.

Faltan unos días para que terminen los Juegos Olímpicos y una medalla para México no es nada satisfactorio, habrá que reinventar el deporte de alto rendimiento y el deporte en general en México.

Ver de dónde se saca el dinero suficiente para apoyar la preparación de los deportistas y tener una mejor calidad deportiva.

Tiene que haber transparencia en las Federaciones, cacicazgos, pleitos de pantalón largo que es lo que más se ha oído en todos los días de estos Juegos.

Hay que hablar de los deportistas, como se hace en otros países, mucho más pequeños, con menos presupuesto.

México puede intentar salir de ese marasmo en el que está hundido en el deporte. No solamente en el olímpico, sino también en el futbol, donde fue borrado e hizo un malísimo papel. Tampoco pensemos que un grupo privado puede sacar adelante al deporte nacional. No hay varita mágica, sino trabajo, mucho trabajo y, sobre todo, a largo plazo.
 
 
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