Este fin de semana se levanta el telón de una nueva edición de la Premier League, será la número 25, desde la inauguración en 1992.
En aquella ocasión no había ningún entrenador de fuera de las Islas Británicas. De los 22, eran ingleses 16, entre ellos Alex Ferguson. Los otros seis provenían de Escocia, Gales e Irlanda.
Hoy la lista de los timoneles es una legión extranjera que encabezan Pep Guardiola y José Mourinho. También están Claudio Ranieri, Antonio Conte, Arsene Wenger, Jürgen Klopp, Mauricio Pochettino, Walter Mazzarri y Ronald Koeman. Solamente figuran tres ingleses entre los 20 equipos: Eddie Howe y Sean Dyce, con los recién promovidos Bournemouth y Burnley, respectivamente; y Mike Phelan, de última hora con el Hull City.
Se puede decir, sin temor a equivocarse, que la Premier, no solamente tiene el récord de fichaje de jugadores con Paul Pogba al Manchester United, sino el mejor abanico de entrenadores del futbol mundial.
Guardiola es señalado por los expertos como el favorito para llevarse el campeonato comandando al Manchester City. Sin embargo, las apuestas ponen al equipo de Mourinho, 15/8, como posible campeón.
Al catalán le favorecen su capacidad de organización y su estilo de futbol dinámico y ofensivo. Además, el plantel que tiene es muy equilibrado y adecuado a su idea futbolística.
Por su parte, Mourinho fortaleció el mediocampo con la llegada de Pogba que le va a dar la velocidad y potencia de la que careció la temporada pasada.
Liberará más a Rooney para que Ibrahimovic tenga más facilidades. Como siempre, será el portugués el que lleve la bandera de la polémica mediática.
En la previa ya abrió fuego llamando miedosos a otros colegas por no comprometerse públicamente a ganar el torneo. Wenger, su eterno "punching ball", dijo que son pocas las chances para el Arsenal. Y Ranieri, que era más fácil que E.T aterrizara en Picadilly Circus que el Leicester repitiera el título.
"Muchos piensan como nosotros, pero temen decirlo. Prefieren jugar a la defensiva con las palabras. Esa no es nuestra manera. No creo que eso es el Manchester United. Pienso que el United tiene que decir que quiere ganar el título", lanzó.
Jürgen Klopp, no menos histriónico que Guardiola, Mourinho y Conte, tiene ahora un Liverpool a su medida. Quedaron atrás los remiendos que tuvo que hacer cuando se hizo cargo de los Reds. El partido en el que golearon en Wembley 4-0 al Barcelona, demuestra hasta dónde puede llegar cuando está aceitada la maquinaria.
Son las bodas de plata de la Premier. Se juegan bajo un paraguas de contratos millonarios con la televisión. Será brillante, pero puede ser la última temporada sin sufrir los problemas organizacionales que le acarreará la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
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