La Selección Mexicana se enfrenta nuevamente a su pregunta histórica del mimetismo. ¿Por qué se juega como grande frente a los grandes y con el menor de sus tamaños ante los adversarios de poca monta?
Islas Fiji logró un hito histórico en el partido de ayer: logró irse al descanso con la victoria parcial sobre un enigmático Tri, que hasta la segunda mitad se puso a jugar futbol y terminó arrasando al adversario.
El triunfo, como pocas veces, se tenía que dar por decreto, en automático, por oficio.
Pero cuando se juega tan mal, se pierde la pelota, se deja estorbar cualquier avance por un rival que pocas gracias tiene además de eso, le tragedia se empieza a pintar.
No puede haber demasiado reproche por ello, dado que se corrigió el camino y aunque sin la claridad de paliza que logró Corea sobre el mismo rival de ocho goles a cero en la presentación, se coleccionaron los tres puntos.
Además de ello, se habrá tomado la lección de siempre. La sinceridad mexicana en la zona de entrevistas confirmó lo visto desde afuera: se quiso juguetear con el rival y por eso se estaba apareciendo el diablo.
Pese a las bajas por lesión que tendrá que cubrir Raúl Gutiérrez, la consigna es clara: Corea no es un rival menor. Alemania le empató en el último instante a tres goles y una combinación de resultados -derrota y triunfo alemán inevitable ante Fiji- podría todavía marginar al campeón defensor de la justa.
A la falta de tiempo y hasta de algunos elementos que algunos consideraban indispensables, la Olímpica tiene muchas virtudes: velocidad, técnica, manejo colectivo, orden y responsabilidad.
Eso la hizo lucir en buenos lapsos ante los alemanes en el debut también le permitió responder con gran autoridad frente a Fiji, enemigo de juguete para cualquiera en el mundo del futbol.
Pero también tiene defectos: la inconsistencia es uno de ellos. Por eso tuvo ratos en el debut en el que el mundo se le venía encima y padeció esos primeros 45 minutos de amnesia el día de ayer.
La conclusión es que este miércoles, México no debe perder y por el contrario, tiene que aplicarse contra un rival correlón y que ha mejorado ligeramente su técnica pero que al que si se le aplican las virtudes ya mencionadas que si tiene el equipo del "Potro", puede ser vencido.
En esta categoría los oponentes no son tan fáciles de conocer antes de que inicie la competencia. Algunos tienen nombres conocidos pero pocas referencias de conjunto.
México y Corea tienen ya los datos de sus primeros dos partidos y deberán ser suficientes para que por lo menos del lado azteca, las cosas estén muy claras.
El Tri sabe jugar, tienen calidad y debe librar el escollo. Y eso depende más de sí mismo que del rival.
fjgonzalez@mural.com Twitter: @fj_tdn |
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