RÍO DE JANEIRO.- La Selección Mexicana Olímpica de futbol inicia mañana su participación en Río 2016.
Al enfrentar a la poderosa escuadra alemana, los tricolores de Raúl Gutiérrez empezarán una tarea que se antoja muy difícil.
Defender como se debe la corona de campeón de este torneo, una corona que simple y sencillamente luce como el mayor logro en la historia del futbol mexicano.
A ese mismo título ganado increíblemente por aquel memorable conjunto tricolor dirigido por Luis Fernando Tena en Londres 2012, debe apuntarle ahora este equipo mexicano con similar potencial al de su antecesor.
Si la de hace cuatro años fue toda una hazaña gestada y cristalizada en canchas inglesas, otra del mismo nivel intentarán realizar en las brasileñas.
Pero aunque tengan la obligación de apuntarle al oro, en realidad un bronce representaría un meritorio triunfo.
Para buscarlo, después de inevitables avatares (o si no inevitables sí inherentes al futbol mexicano) se ha conformado un cuadro competitivo cuya base la constituyen jóvenes jugadores ya consolidados, como Hirving Lozano, Rodolfo Pizarro, Érick Gutiérrez, César Montes, Carlos Cisneros; y con otros tres refuerzos mayores (Talavera, Torres Nilo y Peralta) que mucho podrán elevar el nivel de juego del equipo.
Todos ellos tendrán la responsabilidad de darle a esta escuadra tricolor el empaque necesario para aspirar a acometer con éxito el enorme reto.
Por lo pronto, ante los alemanes deberán empezar a esgrimir mañana los argumentos y a exhibir la personalidad que se esperan de un verdadero campeón defendiendo su corona.
Sólo así podrán cumplir en estos Juegos Olímpicos con tan elevado compromiso.
A ver si cumplen... y en qué medida.
Twitter: @rgomezjunco gomezjunco@mural.com |