El Atlético Nacional de Medellín es el nuevo monarca de la Copa Libertadores. Es la segunda que gana. La primera, en 1989, tuvo la marca del narcotraficante Pablo Escobar.

El capo, recreado últimamente como estrella de la TV, y sus colegas de Cali y Del Valle invertían las ganancias ilegales en varios clubes.

"Los equipos de futbol profesional en poder de personas vinculadas al narcotráfico son Atlético Nacional, Millonarios, Santa Fe, Deportivo Independiente Medellín, América y Deportivo Pereira", denunció en 1983 el ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, ejecutado luego por órdenes de Escobar.

El efectivo de las taquillas y la compra en dólares de jugadores extranjeros, ayudaban a lavar dinero.

El primer narcotraficante extraditado por el gobierno colombiano a EU fue Hernán Botero ¡Era el presidente del Atlético Nacional!

La influencia del narcotráfico también torcía resultados con sobornos y amenazas a los árbitros. En 1988 se suspendió el campeonato colombiano después del asesinato del juez de línea Álvaro Ortega. Escobar lo culpaba de hacerle perder una apuesta millonaria.

En su camino hacia la Libertadores de 1989, Nacional de Medellín le ganó 2-0 a Vasco da Gama. Pero una denuncia del árbitro uruguayo Juan Daniel Cardelino de que había sido amenazado de muerte y le habían ofrecido 20 mil dólares, obligó a jugar de nuevo el partido, esta vez en Santiago. Ganaron 1-0 y llegaron a Semifinales ante Danubio de Uruguay.

El árbitro argentino Juan Bava contó años después, a la revista El Gráfico, las circunstancias previas a la revancha de ese partido en Medellín. Estaban en su hotel y entraron unos sicarios tirando la puerta. Les ofrecieron dinero y amenazaron con matarlos si no ganaban los locales. Cuando se fueron Carlos Espósito, quien iba a arbitrar, dijo que no sabía qué hacer.

"Yo sí. Si faltan cinco minutos y Nacional no emboca, entro a la cancha y la meto en el ángulo", le respondió Bava que era línea. Tuvieron un final feliz: Nacional ganó 6-0 a Danubio. La Final fue ante Olimpia de Paraguay que les ganó 2-0 en Asunción. La revancha se jugó en Bogotá.

El equipo de René Higuita, dirigido por Francisco Maturana, logró remontar y fueron a penales. En la primera serie quedaron 4-4. En la muerte súbita los paraguayos erraron los cuatro que tiraron, los colombianos tres y anotaron el de la gloria. Dice la leyenda urbana que los guaraníes no anotaban porque tenían miedo de no salir vivos.

Después de la conquista, las fotos de la época muestran a Pablo Escobar levantando la Copa Libertadores en la cancha de Medellín. A su alrededor los campeones, algunos de ellos sosteniendo una manta que decía: "¡Gracias, Patrón!".

En 2016, el Atlético Nacional de Medellín ganó de punta a punta el torneo y lo hizo jugando sin ayudas. ¡Gracias, Campeón!

 
 
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