Después de su patética derrota ante Islandia que la dejó fuera de la Eurocopa, Inglaterra ha buscado un nuevo entrenador para que dé vuelta a la página definitivamente.
"Tiene que ser alguien que inspire a sacar lo mejor de sí, que construya confianza y que adopte técnicas sicológicas de otros deportes, para que cuando jueguen por Inglaterra lo hagan tan bien como en sus clubes", dijo antes del nombramiento el jefe ejecutivo de la federación, Martin Glenn.
Estaba describiendo a "Big" Sam Allardyce, un ex defensa central rudo del Bolton Wanderers, que como estratega nunca ganó ninguno de los grandes trofeos de la isla, pero que le ha puesto su marca a los equipos que ha dirigido. En 2006, este hijo de un policía había quedado descartado como relevo de Sven-Göran Eriksson, como timonel de Inglaterra. Ahora tuvo su revancha.
Dicen los críticos de su predecesor, Roy Hodgson, que con Allardyce nunca hubiera ocurrido una humillación como contra los vikingos, porque él jamás llega al partido sin un plan que contemple todas las alternativas del juego.
Pese a su aspecto hosco, sus ex jugadores lo reconocen como alguien que se toma su tiempo para estar cerca de ellos y eso los compromete a dar todo por él.
Además, es un experto en prolongar la "vida útil" de sus jugadores con un profundo conocimiento sobre salud y nutrición. "Hay que poner énfasis en la recuperación de los jugadores con hidratación, nutrición, suplementos, masajes y baños en hielo", sostiene.
A "Big" Sam le encanta registrar el desempeño individual, producto tal vez de su paso por los campos de entrenamiento del futbol americano. Fue uno de los primeros en usar en Inglaterra el sistema de rendimiento ProZone y contratar a un analista de desempeño, cuando dirigía al Bolton.
Allardyce es un claro ejemplo de la cultura del esfuerzo inglés. De origen modesto, tuvo grandes dificultades con sus estudios primarios a causa de la dislexia. Antes de dedicarse a entrenar fue obrero en una fábrica de tocadiscos, trabajó como mesero y abrió un pub, pero terminó vendiendo su casa al fracasar el negocio.
En la temporada 2014/15, después de un partido entre el Chelsea y el West Ham, que terminó 0-0, José Mourinho se refirió al estilo del equipo de "Big" Sam como propio del "Siglo XIX".
Los hinchas y la prensa inglesa ahora temen que el juego conservador de Allardyce se traslade a la Selección y espante más a los títulos internacionales que persiguen desde hace tiempo.
Pero, después del papelón de la Eurocopa a lo mejor es lo que necesitan, que llegue un orientador de la vieja guardia que ponga en orden a los jóvenes talentos que tanto temen ser decapitados por la implacable prensa inglesa.
"Mi padre fue sargento por 25 años y me enseñó la disciplina. Para mí la disciplina lo es todo", comentó en otro momento "Big" Sam.
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