Para la segunda jornada, los designadores ponen sentido común futbolístico al designar a los silbantes que conducirán los juegos.
Repiten a César Arturo Ramos para que vaya a los Olímpicos con ritmo, dándole Veracruz-Santos.
Para el Cruz Azul- Pumas mandan al que se considera uno de los puntales del arbitraje, Roberto García.
Otro duelo que tiene su grado de dificultad, Chivas-Monterrey, usan a uno de los dos líderes en designaciones del torneo pasado con 14, Jorge Isaac Rojas.
Inclusive ponen a otro internacional, Luis Enrique Santander, para el Tigres-Atlas.
Además cumplen al debutar a otro central que promovieron, Jonathan Hernández, en un juego donde no están involucrados equipos que luchan por el descenso, Jaguares-Pachuca.
Por lo que se debe de aplaudir esas cinco designaciones, pero ¿por qué no repiten a Adonai Escobedo, quien hace un buen trabajo en Monterrey-Puebla?
Además, es sorpresivo que en estas dos primeras jornadas a tres de sus internacionales no los usen como centrales como Paul Delgadillo y José Alfredo Peñaloza, los han mandado de cuartos oficiales y a Francisco Chacón ni siquiera eso.
¿Ya se acabó el estado de gracia con el director del área técnica, o no ha vuelto a pasar sus pruebas físicas?
Otras designaciones sorpresivas inclusive para los mismos árbitros son la del internacional Óscar Macías para América-Toluca y Miguel Ángel Chacón para Puebla-Tijuana pues sólo pitaron cuatro partidos en el torneo pasado siendo su última aparición en la Jornada 17.
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