El Hijo Pródigo del Rebaño La partida del histórico goleador del Guadalajara luego de ser campeón de la Supercopa MX y anotar un gol dejó sentimientos encontrados en la afición, pues aunque en el último semestre fue crucificado por su bajo rendimiento, seis meses antes se había convertido en el máximo anotador en la historia del club en juegos de Liga y había ayudado a las Chivas a salvarse del descenso.
Hoy parece improbable que el Hijo Pródigo tenga una tercera oportunidad para volver al equipo que lo vio nacer.
LUCHÓN DESDE SIEMPRE Omar Bravo Tordecillas (4 de marzo de 1980, Los Mochis) es un ejemplo de perseverancia y de que los golpes de la vida te lastimarán cuanto lo permitas.
Antes de ser el hombre gol del Guadalajara, los guantes de box llegaron a su vida. A los 9 años, en en el barrio La Cuchilla, aprendió el deporte de los golpes en el gimnasio de Carlos "Gente" Valenzuela.
"No me gusta mucho pelear, pero no me dejo, la verdad es que uno se transforma y no lo niego, sí me he liado varias veces a los puños contra los que me buscan", declaró sobre su gusto por ese deporte.
"Yo quería que me enseñaran a pelear y a defenderme, pues en el barrio donde vivía se requiere de tener con qué responder".
Su gusto por el box le duró hasta los 14 años y tuvo 15 peleas de corte amateur en pesos ligeros.
"No es por presumir, pero las gané todas, aunque hubo alguna que otra vez que me tumbaron a la lona, pero me levantaba para ganar".
Luchador y ganador, el mochitense llegó al Guadalajara para trascender no sólo a nivel amateur en el deporte, pues luego de 16 años de carrera puede presumir que sus logros quedarán en la historia del equipo de sus amores.
HOMBRE GOL La carrera de Bravo con las Chivas inició en el Estadio Universitario, cuando Jorge "Vikingo" Dávalos, el 17 de febrero de 2001, le dio la oportunidad en Primera División.
A los 17 años llegó al Rebaño, a las Fuerzas Básicas, detectado por Hugo Díaz y José Luis Nene Sapián, cuando jugaba con la Selección de Sinaloa, aunque su formador fue José Luis Real.
El amor de Bravo con las porterías rivales inició de forma oficial en 2001, cuando le anotó al Toluca en el Estadio Nemesio Diez, luego de un pase de Ramón Morales, bajo el mando de Óscar Ruggeri.
Después tuvo que madurar, como todo joven, y aprender fuera de la cancha lecciones que lo marcaron.
ALEGRES COMPADRES Hablar de Bravo es hablar de goles, pero inevitable también resulta asociar su nombre con el de su compadre, Alberto Medina.
El 30 de agosto de 2004, con tres años como profesional y una carrera en ascenso, Bravo vivió uno de los momentos más penosos de su carrera y no fue en la cancha, pues esa madrugada él y el "Venado" fueron detenidos por conducir en estado de ebriedad y pasarse un semáforo en luz roja.
Antes de las redes sociales, cuando los jugadores podrían pasar sin ser notados en este tipo de situaciones, Bravo y Medina vivieron un escándalo en el que tuvo que interceder la directiva para sacarlos de la cárcel.
"No creo mucho ni en los castigos ni en los regaños, sólo creo en la reflexión de saber qué estuvo mal, por qué lo hicieron y por qué no deben volver a hacerlo", declaró Jorge Vergara, dueño del equipo.
No hubo castigo, pero para la siguiente temporada Bravo y Medina posaron en la fotografía oficial del equipo encima de los postes de la portería, a petición de Vergara: "A ustedes que les gustan los tubos", dijo, en referencia al table dance en el que habían estado antes de ser detenidos.
PRIMERO Y ÚNICO El tiempo le dio la madurez necesaria para no distraerse más con cuestiones extra cancha y cosechar éxitos. El premio fue la conquista del título de Liga en el Apertura 2006.
Con Bravo en gran nivel, luego de participar en el Mundial Alemania 2006 bajo el mando de Ricardo La Volpe, con gol y apoyado por Adolfo Bautista y Medina, Bravo logró el cometido de ser campeón, en el que hasta la facha es el único campeonato de Liga que ha ganado.
El siguiente torneo los logros colectivos tuvieron que esperar, pues aunque la intención fue la de luchar más títulos o trascender en la Copa Libertadores, Bravo consiguió su primer y único título de goleo, con 11 anotaciones, superando al argentino Javier Cámpora, de los Jaguares.
LA PRIMERA POR ORGULLO Sin nada más que probar y tal vez frustrado por saber que al menos en un par de ocasiones el sueño de emigrar a Europa se había visto cortado por la directiva, el Hijo Pródigo pidió su herencia y se fue.
Bravo vivió otro momento álgido, pues luego de declarar que la directiva no tenía palabra al no dejarlo salir ante una oferta del Recreativo de Huelva, de España, fue separado del primer equipo.
"Definitivamente, mi paciencia se ha terminado. Terminaré mi contrato con Chivas y me iré, ésa es mi única realidad, dos años y me iré", declaró Bravo el 17 de agosto del 2006.
Bravo se la guardó para después y en 2008 gestó su primera salida.
En plena Luna de Miel con Angélica Fuentes, Vergara no se enteró de que Bravo se la aplicó a las Chivas y firmó con el Deportivo La Coruña por tres años, dejando al Guadalajara sin un peso en esa negociación, pues el delantero ya era libre.
EL PRIMER REGRESO La aventura en España no duró los tres años y en 2009 regresó a México, para jugar con los Tigres, que adquirieron su pase a préstamo. Jugó seis partidos y no marcó un solo gol.
Sin embargo, Real, su mentor, al frente del Rebaño, lo tenía contemplado para un proyecto en el que sería el guía de los más jóvenes. Fue cuando salió Javier Hernández del anonimato y el Guadalajara jugó su primera Final de Libertadores, con el mochitense como pieza fundamental.
A los 101 goles con los que se marchó por primera vez, en su segunda etapa les sumó 12 más, entre Liga y Libertadores, pero el gusanito de la MLS volvió a hacer que Bravo dejara al equipo de sus amores una vez más.
LA VUELVE A HACER En 2011, Kansas City se convirtió en el nuevo destino del delantero y, cuando muchos pensaban que su carrera iba a la baja, retomó su olfato goleador en Estados Unidos.
"Omar Bravo se vendió, él solito, si se quiere quedar tendrá que devolver la lana (entre risas) y lo veo muy difícil, es la segunda vez que hace la misma jugada, entonces, rescatarlo esta vez ya no lo vamos a hacer, porque además no metió muchos goles que digamos", dijo Vergara sobre su partida a Kansas City.
El anuncio a su nuevo equipo no lo hizo el Sporting Kansas City, sino las Chivas, en un comunicado, evidenciando que la forma en que gestó su salida no le gustó a la directiva.
Tras un año en Estados Unidos, concluyó su aventura por la MLS y el Cruz Azul lo repatrió. Ahí estuvo dos torneos y marcó 7 goles para preparar su retorno a Guadalajara, pero a un destino impensable.
¿LA TERCERA, LA VENCIDA?
El Atlas de Tomás Boy fue el nuevo destino de Bravo y parecía que la osadía de llegar al odiado rival sería la sentencia para que el delantero se cerrara las puertas del Rebaño de forma definitiva.
En el Draft, el Cruz Azul prestó su pase por un año, ante el deseo de Bravo de regresar a Guadalajara.
Dudas y molestia de los aficionados no se hicieron esperar, pues en los Zorros se jugaban la categoría y estarían encomendados a un chiva.
"Esta gente no olvida, Omar Bravo; si nos vamos al descenso, ustedes se van al panteón", fueron algunos de los mensajes con los que aficionados del Atlas recibieron al delantero en un torneo clave.
Bravo calló las críticas y cambió los abucheos por aplausos. Sus 13 goles en los dos torneos fueron vitales para que el Atlas se salvara.
OTRA OPORTUNIDAD Las Chivas aplicaron el refrán de "nunca digas nuca" y, ante el temor de que equipos como el Cruz Azul o el América se lo llevaran, compraron su pase seis meses antes de que terminara su contrato con el Atlas.
Así, en 2013 Bravo regresó por tercera vez a las Chivas, en un proyecto nostálgico con Real, que buscaba que la gente que alguna vez le dio éxito al Rebaño se lo devolviera, cuando la crisis era evidente y el descenso ya era un tema recurrente.
Aunque sin resultados colectivos, la buena noticia para Bravo fue que seguía incrementando su cuota goleadora y en agosto de 2015 llegó su cita con el destino. En un partido contra el Morelia, se consagró máximo goleador en la historia del Guadalajara, dirigido en ese momento por José Manuel de la Torre.
"Las marcas están para romperse, seguro vendrá alguien detrás de mí y depende del tiempo que permanezca", dijo el delantero el día que superó los 122 goles de Salvador Reyes, que lo tenían como el como goleador histórico del club.
¿Y VOLVER, VOLVER?
Un título de Copa MX y la Supercopa MX fueron las últimas alegrías que tuvo Bravo a nivel grupal con las Chivas, en un momento de su vida en que disfruta más de su familia que de las canchas. Parece que su adiós de las Chivas fue definitivo.
"Creo que ni les debo ni me deben, creo que estamos contentos los dos, es mi percepción y espero que le vaya muy bien a Chivas", dijo tras anunciar su salida al Carolina Railhawks, de la NASL, una Liga de segunda categoría de Estados Unidos.
Pero así como en la parábola, cuando parece que la historia se acabó, puede ser que se pierda y sea encontrado. Entonces a Bravo le harían una fiesta y le darían su lugar como el Hijo Pródigo rojiblanco.
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