La Euro entró a la fase de Octavos de Final sin que alguno de sus participantes ganara los tres partidos de Grupo, circunstancia que no sucedía desde Inglaterra 96. No obstante lo testarudos que resultaron algunos planteles de poco rango, todos los favoritos siguen vivos.
Alemania, por ejemplo, dio muestras de autoridad goleando 3-0 a Eslovaquia. El equipo de Löw es el único que aún no ha recibido gol en su portería.
Y aunque los eslovacos ya estaban saciados con llegar a Octavos, por lo menos ayer, los campeones del mundo por fin aclararon con la presencia de un centro de los de verdad como Mario Gómez, la disyuntiva de jugar con un 9 falso o uno fijo.
Al finalizar el partido, el box score decía: 601 pases intentados, 536 completos (89 por ciento), 59 por ciento de posesión, 19 disparos, gol de Boateng al minuto 8, Ozil desperdició una pena máxima al 14', gol de Gómez al 43' y, para rematar, una actuación magistral de la nueva estrella alemana Julian Draxler, extremo de 22 años que hasta ahora milita en el Wolfsburg, anotó gol al 62' no sin antes dar en bandeja el segundo gol a Gómez y ejecutar un par de gambetas que envidiaría el mismo Garrincha.
Como suele ser habitual en los torneos que disputa, Alemania crece a medida que avanzan las rondas. Por desgracia, en los Cuartos de Final se topará con quien gane entre Italia y España, ruta que la prensa bautizó como la de "los campeones", porque también involucra a Francia o Inglaterra para llegar a la Final.
En otro partido estelar, la República de Irlanda, apasionada, ruda, atrincherada, con la cicatriz de aquella mano de Henry que bochornosamente la dejó fuera de Sudáfrica 2010, de manera rupestre puso en evidencia a una Francia repleta de estrellas, pero carente de colectividad. Y no fue sino hasta el segundo tiempo cuando Griezmann encendió la luz con goles y su personal futbol, rescatando a los suyos de algo que pudo ser vergonzoso.
En la otra llave, la simpática Bélgica logró la mayor goleada de la competencia gracias a la ingenuidad de los húngaros. Pero a diferencia de quienes transitan en la "ruta de los campeones", al equipo de Hazard los separa de la Final Gales, Polonia o Portugal.
De este lado del Atlántico, la absoluta Argentina que había ganado su último título cuando Messi apenas tenía seis años, de forma angustiante volvió a perder el máximo galardón del continente.
Sólo quiero aclarar que figuras como Zanetti, Crespo, Verón, Cambiasso, Ayala o Riquelme tampoco ganaron algo con la Albiceleste.
A Lio en su propia tierra le han dicho de todo, hasta poco líder según el "Dios" Diego, cuando su único pecado es no ser arrogante ni narcisista sino todo lo contrario.
PD. Entre Diego Maradona o el payaso de Donald Trump, yo me quedo con Lio Messi.
Lo escrito, escrito está.
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