Amables aficionados: nunca en la historia de los Súper Tazones se había reunido tanto talento como el 21 de enero de 1979.
El Súper Tazón XIII enfrentaba a los dos mejores equipos del momento, Dallas y Pittsburgh. Ambos querían ser los primeros en ganar tres Súper Tazones, así como ser llamados el "equipo de la década". Participó una constelación de jugadores estrella de tal magnitud que 18 de ellos, incluyendo directivos y entrenadores, estaban o estarían posteriormente en el Salón de la Fama.
Pittsburgh incluía a Art y Dan Rooney, dueño y gerente, respectivamente; al entrenador Chuck Noll y a los jugadores Mel Blount, Terry Bradshaw, Tony Dungy, Joe Greene, Jack Lambert, Jack Ham, Franco Harris, Lynn Swann, John Stallworth y Mike Webster.
Los Vaqueros tenían a Tex Schramm, presidente del equipo; el coach Tom Landry y los jugadores Tony Dorsett, Roger Staubach, Randy White, Rayfield Wright y el coordinador defensivo Ernie Stautner, ya en el Salón como jugador.
Ese día lo recuerdo bien, ya que tuve el privilegio de transmitir el encuentro. Amaneció lluvioso, pero a la hora del inicio brillaba el sol y los 79,484 aficionados en el estadio de los Delfines más casi 80 millones por la televisión, se aprestaban, correctamente, a ver un partido arduamente disputado.
El primer cuarto terminó 7-7, anotando los Acereros mediante un pase de 28 yardas de Bradshaw a Stallworth, y empatando los Vaqueros en la última jugada del período con un envío de 39 yardas de Staubach a Tony Hill.
Iniciando el segundo cuarto, un balón suelto de Pittsburgh fue devuelto 37 yardas hasta la anotación poniendo el marcador 14 a 7 a favor de Dallas. Momentos después, un pase corto de Bradshaw a Stallworth se convirtió en una anotación de 75 yardas, empatando el marcador.
Finalmente, con 26 segundos para concluir la primera mitad, Bradshaw encontró a Rocky Bleier en la zona de anotación y la pizarra se puso 21 a 14 para Acereros.
El tercer cuarto fue dominado por las dos grandes defensas, la del "Juicio Final" de Dallas y la "Cortina de Acero" de Pittsburgh. Sólo hubo un gol de campo de Rafael Septíén posterior a un seguro pase de anotación que soltó Jackie Smith. Estaban 21 a 17 al iniciar el cuarto período.
Fue de locura. Pittsburgh anotó dos para ponerse 35 a 17 faltando 7 minutos. Dallas regresó con 14 para el 35 a 31, y así concluyó el considerado mejor en la historia por mucho tiempo. Por ahora, hacemos una pausa...
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