Desafortunadamente el silbante uruguayo Andrés Cunha comete dos errores garrafales que inciden en el resultado del Brasil-Perú.
Al 44' no quiso sancionar el penal cometido por Renato Augusto al darle una patada a Edison Flores y luego al 75' concede el gol del triunfo de los peruanos, no obstante haber sido conseguido con el antebrazo del jugador inca.
Lo más grave de esta decisión es la actitud del juez central y del asistente, ya que por medio de la diadema estaban recibiendo instrucciones de "alguien" para decidir si concedían el gol o no. Qué tristeza que quieran árbitros robotizados.
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Puso fin a su trayectoria de 20 años como árbitro profesional de futbol el 24 de marzo de 1996, durante el juego Cruz-Azul-América en el Estadio Azteca. Le correspondió representar al arbitraje mexicano en dos torneos preolímpícos y un Premundial femenil, así como pitar cuatro Finales del futbol mexicano. Se incorporó como colaborador de Grupo Reforma a una semana de su retiro del arbitraje y fue analista de TV Azteca durante más de siete años.
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