"El golf no es un juego justo, nunca ha sido y nunca lo será".
Jack Nicklaus, profesional de golf Un tema muy comentado recientemente es lo bien que podemos hablar del golf de la alta competencia. Tenemos más que nunca mexicanos haciendo buenos papeles en distintos foros internacionales.
También hemos dicho que gran parte del crédito se debe al impacto que tuvo la carrera y los resultados de Lorena Ochoa sobre la siguiente generación por transmitir un entusiasmo para jugar golf y atreverse a competir o llegar hasta donde ella.
Pero también hay otras acciones y actores que se suman y que poco sabemos de ellos. Sin duda una buena o mejor organización del golf juvenil ha sido fundamental. El Comité Infantil Juvenil de la Federación Mexicana de Golf y las asociaciones regionales han podido librar los retos de darle una formalidad que se había perdido y cultura correcta con acciones como el respeto a las reglas del juego y el apoyo en general de los clubes para poder llevar a cabo los torneos.
Hace tan sólo unos años se inició un conflicto contra la Federación Mexicana de Golf por los desacuerdos que había en el "qué hacer y cómo" en cuanto a la promoción del juego. Por ejemplo, la Mexican Junior Golf Association, nunca comprendí sus formas en bien del golf y menos en darle un nombre en inglés a un asociación mexicana, pero eso no importa. El hecho es que durante la gestión del anterior presidente de la FMG, Jorge Kahwagi Gastine, se logró hacerles entrar en razón y en orden. Ahora, son una asociación más dentro del seno del organismo rector y están haciendo bien su función.
Otro factor ha sido la mejor oferta de buena instrucción. Cada vez hay más clubes preocupados por incentivar entre sus socios el golf de buena competencia y hay instructores capacitados para ofrecer mejores oportunidades.
Sin embargo, ninguno de los esfuerzos en organización o el individual de los juveniles es posible sin el de los padres. Hoy en día se tienen que invertir cantidades importantes en las competencias de los hijos hasta que lleguen a la edad universitaria y alcancen a "colgarse" del golf colegial en Estados Unidos. La oportunidad de ser reclutados y ganarse una beca para jugar golf y hacer estudios sirve tan sólo para contrarrestar parte de la gran inversión requerida en el golf y cualquier deporte que se hace con excelencia. Es una apuesta que vale la pena intentar, aunque sean pocos a los que vemos brillar. El golf de alta competencia es difícil por naturaleza.
Hasta el próximo green.
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