Como sucede cada seis meses, al llegar a su último partido de la fase regular, varios equipos se juegan mucho.

En esta Jornada 17, seis de los siete ya clasificados para la Liguilla tratarán de mejorar o por lo menos conservar su actual posición en la tabla.

El América intentará mantenerse en el segundo puesto, sitio al que también aspiran (o aspiraban antes de jugarse ayer los dos primeros partidos de esta jornada) el Pachuca, el León, el Santos-Laguna y las Chivas.

El Morelia, en cambio, hasta ayer sólo aspiraba a subir al 3, al 4, al 5 ó al 6, a mantenerse en el 7 ó a evitar bajar al 8.

Y a quien termine como octavo, precisamente, lo espera el otro clasificado, el Monterrey, el mejor de los 18, el inamovible líder de la competencia que esta noche irá en pos de los 40 puntos que sirvan para redondear la cifra y su estupenda campaña.

Además, quizá como principal atractivo, esta Jornada 17 servirá para otorgar el último boleto disponible para la Liguilla; ese único boleto por el que aún pelean tres equipos: el Cruz Azul, los Tigres y los Pumas.

Si el Cruz Azul derrotara esta tarde a los Tigres se inscribiría en la fase final, pero si los vencedores fueran éstos serían ellos los inscritos. Y si lo que se produjera en ese partido fuera un empate, la probabilidad de clasificación la mantendría el equipo de Tomás Boy, y solamente los Pumas de Memo Vázquez, con un triunfo sobre el América, podrían arrebatársela mañana para así meterse a última hora en esa Liguilla que inicia en cuatro días.

Lo increíble, en este caso, es que no se jueguen al mismo tiempo partidos en los que se juega tanto, con todas las ventajas que a veces pueden tener algunos al conocer, antes de jugar, los resultados de otros encuentros que en mayor o menor medida les atañen y modifican su posición en la tabla.

Cosas de este futbol mexicano en el que los intereses económicos y televisivos son lo prioritario y la más elemental equidad sigue siendo lo de menos.

Una evidente inequidad deportiva sutilmente solapada o descaradamente promovida.

A ver hasta cuándo.

 
 
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