El Atlético de Madrid confirmó que sin ser el mejor, sí sigue siendo capaz de eliminar a los mejores.

Un solo ataque muy bien elaborado y concluido, fue suficiente para que el sorprendente conjunto colchonero encontrara el marcador necesario para resolver un partido en el que fue ampliamente dominado durante los 90 minutos.

Más que los propios aciertos, fueron los innumerables errores del Bayern Múnich los que forjaron la enésima "sorpresa" del equipo de Simeone, quien en esta ocasión no fue muy eficiente para jugar, pero sí, como siempre, para impedir que el rival jugara.

Así, con un empate global y muy lejos ayer de ofrecer su mejor partido, el Atlético de Madrid se instaló en la Final de la Champions League.

Ahora, les corresponde al Real Madrid y al Manchester City dirimir cuál será el otro finalista.

En su propia cancha, la poderosa escuadra merengue tratará de completar la tarea más o menos iniciada en cancha inglesa, de donde rescató un cero-cero en un partido en el que terminó siendo mejor que su adversario.

Si con Cristiano encabezándolo el ataque madrileño es uno de los tres mejores en el mundo, sin él en la ida la escuadra de Zidane se vio obligada a elaborar más su juego, y elaborándolo supo controlar con relativa facilidad, a domicilio hace ocho días, a este mismo equipo de Pellegrini al que ahora recibe.

Es decir, que a pesar de que para nada pueda descartarse la posibilidad de una sorpresa del Manchester City, las probabilidades de avanzar a la Final favorecen claramente al conjunto madrileño, incluso si no contara con alguno de sus principales jugadores.

¿Veremos otro Derbi madrileño el próximo 28 de mayo en Milán?

Según Perogrullo, si la lógica se impone así será; pero si no, no.

 
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