"Un juego donde un hombre de 60 años le pueda ganar a uno de 30 no es un juego".
Burt Shotton La semana pasada hice un viaje a la Universidad de Arkansas para trabajar con Regina Plasencia en su swing y apoyarla en sus entrenamientos. A su carrera colegial le restan los dos torneos más importantes, el Regional y el NCAA. La visita sirvió también para conocer la transformación del golf colegial desde que este servidor se graduó en 1980 por Oklahoma State University.
El equipo femenil de golf inicia su día a las 6:00 de la mañana en el gimnasio exclusivo para mujeres. Cada una de las ocho jugadoras tiene una rutina específica de acuerdo con su fortaleza física, flexión y resistencia. Son dirigidas por una entrenadora y supervisadas por tres instructores más para que cada ejercicio se haga de forma precisa.
Terminan a las 7:30 horas, salen corriendo a desayunar algo en el comedor de atletas en el edificio, donde también se encuentran los salones de tutores, en el que se invirtieron 20 millones de dólares, de los cuales Jerry Jones, dueño de los Vaqueros de Dallas, donó la mitad.
Después de ir a cuatro clases, el equipo se reunió en el campo de golf The Blessings, cuyo dueño es John Tyson, propietario de Tyson Foods. El campo es moderno, muy escénico y bastante difícil, pero lo más impresionante son las facilidades: la plataforma es un medio óvalo para practicar desde el ángulo que más convenga, hay seis greens de entrenamiento de diferentes tipos de pasto y por supuesto que todas las bolas son Titleist y nuevas.
Tienen dos edificios para trabajar "indoors", uno de unos 2 mil 500 metros cuadrados para el juego corto con green de pasto artificial y diseñado por David Pelz especialmente para entrenar todo tipo de pendiente (caída). El otro tiene seis estaciones para pegar completo y utilizar todos los posibles complementos de la tecnología, desde lo más sencillo hasta Trackman. En los dos edificios se invirtieron 3 millones de dólares.
Mi visita coincidió con la del psicólogo que las apoya en el entrenamiento mental. Stan Beecham es uno de los mejores en su rama, su trabajo tiene por objetivo enseñarles a creer y confiar en sus habilidades, así como ayudarles a erradicar los miedos que padecen en las competencias.
La operación del programa cuesta anualmente unos 500 mil dólares. A los torneos vuelan en avión privado y siempre tienen lo mejor a su disposición. La Universidad de Arkansas tiene por meta ofrecer las mejores facilidades en el deporte, es una competencia para reclutar a los deportistas más sobresalientes y para tener acceso a más recursos. Cada campeonato NCAA ganado significa apoyos adicionales de unos 5 millones de dólares por parte de la Conferencia.
La vida colegial haciendo un deporte es un compromiso de entrega al mismo y a salir adelante estudiando bien la carrera. La escuela pone sus recursos y los alumnos su esfuerzo y dedicación. Para los atletas que representan a la institución, la vida colegial está llena de orgullo y privilegios.
Estos programas son las oportunidades que han descubierto ya los juveniles mexicanos. Son competitivos internacionalmente y los que no se convierten en profesionales terminan una buena carrera académica, por eso vemos a más golfistas bien preparados.
Hasta el próximo green.
rafaelalarcongolf@gmail.com Twitter: @ralarcon2009 |