Mi suegra, que pese a vivir a tres cuadras del Camp Nou nunca lo ha pisado, me preguntó ayer alarmada: "¿Qué ha pasado con el Barsa?".

Y antes que le diera alguna explicación, se soltó. "Es que fui a comprar unos embutidos y el carnicero discutía con un hombre. Le pregunté por la causa de su enfado y sólo me dijo: 'Es que el Barsa se ha quedao fuera de la Champions'".

Nadie sabe por qué. Bueno, se sabe lo que se ve: que jugó ante el Atlético de Madrid, un equipo que le ha tomado la medida y que le ganó bien; y que si Messi sólo pasa lista se hace todo cuesta arriba.

Además, que desperdiciaron medio partido jugando como equipo del montón y no como lo que es (o era, unas semanas atrás).

Nadie se lo explica pero lo intuyen por esos partidos que, aunque ganaba, les imponía a sus rivales la contundencia del tridente, pero sufría cada vez que le atacaban.

Contra los Colchoneros a la convalecencia de Messi se le sumó la adolescencia de Neymar, que le gusta divertirse mucho (sobre todo cuando gana) pero que no asume responsabilidades cuando su ídolo argentino flota por la cancha. Luis Suárez hace lo que puede, pues sus recursos son más limitados, aunque su pundonor y orgullo le den un par de goles también lo ponen al borde de la tarjeta roja.

Los aficionados culés ahora agigantan las fallas de un equipo sin suplentes de categoría y que, pese a tener a Iniesta y Busquets en el medio, sigue siendo "Messidependiente".

"¿Por qué?", titula el periódico deportivo barcelonés Sport buscando las causas del fracaso en Champions. Y enumera una larga lista de interrogantes acerca de la falta de rotaciones, de la inamovilidad del tridente, de la renuncia a jugar como Barsa en el Calderón, de la falta de recursos en la cantera azulgrana, del rendimiento de Neymar y de la sequía de Messi, de lo que considera hostilidad hacia la prensa por parte de los jugadores y su entrenador.

Como otros de sus colegas, Luis Enrique siempre guarda bajo la mesa alguna respuesta desafiante cuando le cuestionan alguna decisión. "Sólo digo Abracadabra" respondió irónicamente cuando se le preguntó, en tiempos de goleadas, sobre la forma de jugar de su equipo.

Por lo visto ante los Colchoneros, algo no funcionó en la varita mágica del entrenador culé, quien se dijo 100 por ciento responsable de la eliminación.

Mañana, ante el Valencia, se abre otro capítulo camino a lograr la Liga que ahora sabe a un premio menor ante la Champions. Pero si tampoco lo logran se lamentarán los culés, como lo ha hecho el carnicero de mi suegra. Ella, aunque pueda escuchar los alaridos del Camp Nou desde su casa, sabrá el resultado recién al otro día cuando vaya por los embutidos. Seguramente, me volverá a preguntar por qué. ¿Sabré qué decirle?

 
 
 EL CÓRNER
 
En el sorteo de las Semis de la Champions el director deportivo del Manchester City, Txiki Beriguistain, dijo que extrañaba la presencia del Barsa. Él, valedor de Pep Guardiola en tiendas azulgranas, también tendrá su hipótesis.

 
 
 
homero.fernandez@reforma.com
Twitter: @MUNDODEPELOTA