Limitados a Toulon Pues aunque no parezca, la trapeada que le pusieron a la Selección Sub 23 dejó reflexiones positivas al interior.
Primero, como ya les había dicho, a varios pateabalones no les quedó de otra que bajar de la nube en la que estaban, sobre todo los que cometieron errores garrafales y sintieron el golpe duro al orgullo.
Pero también los dirigentes están considerando que esas zarandeadas servirán para que no piensen jugadores y cuerpo técnico que por haber sido campeones en Sub 17, o en los Olímpicos anteriores, los otros equipos le van a tener miedo a México, algo que creen que estaba pasando en las mentes de varios.
Otro punto importante fue darse cuenta de que hay algunos que de plano no han dado el estirón, el caso más específico es el de Jonathan Espericueta, quien sigue jugando como si tuviera 17 años. ¡Pos claro, si el Tuca lo tiene borrado y no le da crecimiento ni salida! Digo, ¿así cómo?
Ah, pero aún así el mediocampista felino podría tener ¡o-tra opor-tu-ni-dad! ¡o-tra opor-tu-ni-dad!
Resulta que para el Torneo Esperanzas de Toulon ya decidieron que ningún juvenil que entre a la Liguilla va a ser convocado, para evitar jaloneos con los clubes, excepto casos como el de Tigres, que como quiera no fuma a Espericueta y sí podrían considerarlo.
Es decir, borren a los de Monterrey, a los del América, Pachuca, Cruz Azul, León y hasta Santos. Si por ahí Chivas hace el milagro de meterse, yo me pregunto ¿con quién van a jugar? ¿Se imaginan si tienen que rascarle de Atlas, Dorados, Veracruz, Puebla, Morelia o Jaguares?
Y claro, si no les va bien, lo que es más que probable, ahí les encargo la presión que traerá el "Potro" Gutiérrez y compañía.
Claro, a través de las televisoras oficiales buscarán que la afición entienda que ese torneo es nomás como para cumplir o para darle la última oportunidad a uno que otro, pero bajarle a las expectativas sabiendo que será difícil que saquen triunfos.
Los refuerzos Lo que sí tienen más o menos definido es cuáles serán los refuerzos mayores. El primero se llama Guillermo y se apellida Ochoa. Con él no tienen bronca porque está más puesto que un calcetín y en una de esas hasta le dan chance de convocarlo para ambos torneos.
Si no, la prioridad sería llevarlo a Río de Janeiro, al cabo en la Copa América ni jugaría.
El segundo se llama Andrés Guardado, quien está más que apuntado para tener su experiencia olímpica; el único problema es el que les platiqué hace unos días, que su equipo sea campeón; está dos puntos abajo del Ajax a falta de 5 jornadas.
El otro sería un delantero y la primera opción obviamente es el "Chicharitou", sólo que ahí ven máaas difícil todavía que el Bayer Leverkusen se los suelte, además de que Juan Carlos Osorio lo llevará a Copa América.
Al que podemos ir descartando es al defensa, porque aunque ahí esté la papa de esta selección, el único que les interesaría es Héctor Moreno y además de que Osorio también lo contempla sí o sí en la mayor, estará en labores de nuevo papá en esas fechas, más la bronca del permiso de su club, igual que Guardado.
Obligados... con la afición Yo no entiendo por qué en México nos cuesta tanto hacer las cosas bien por convicción y no porque nos obliguen.
¿A qué me refiero? Pues al Atlas y su afán por hacerse guajes en el tema del Estadio Jalisco.
Al más puro estilo mexicano, junto con UdeG, nomás andan viendo cómo sacarle la vuelta a ponerle butacas al estadio.
¿Y si en lugar de ver cómo gastan menos mejor piensan en qué es lo mejor para su afición?
Digo, porque si así hubieran pensado en Estados Unidos, en Monterrey o el mismo Jorge Vergara, no existirían los estadios modernos que ahora hay.
Sí, la excusa es que no tienen dinero. Parecería mucha lana, pero no es más que lo que costaría uno o dos préstamos de jugadores, de esos que han calentado la banca, por cierto.
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