Señoras y señores, es muy triste cuando se va uno de lo grandes íconos del futbol mundial.
Sabemos que Johan Cruyff tenía un cáncer muy serio en los pulmones, detectado desde octubre del año pasado.
El sábado 19 de marzo, el perfil de periodista te da la idea de cómo vienen las cosas, escuché unas palabras muy elocuentes y al mismo tiempo tristes de su hijo Jordi Cruyff, quien actualmente dirige al Maccabi Tel Aviv, en Israel.
Seguramente el cáncer había invadido ya a Johan y no había posibilidades de recuperarlo, entró al hospital donde finalmente murió el día de ayer.
En el futbol, Cruyff ha dejado un legado impresionante, que pocos, solamente excepcionales futbolistas y entrenadores, lo han logrado conseguir.
Cruyff se formó en la escuela del Ajax, en Holanda, de la mano de Rinus Michels y Stefan Kovacs, quienes empezaron a inventar una forma de jugar a la que, tiempo después, llamaron futbol total.
Pero para que ese estilo funcionara, era necesario un crack, un hombre que hiciera la base y el movimiento de todo un equipo y en Cruyff lo encontraron.
Fue parte de una camada espectacular de jugadores que sacó Holanda en el año de 1974 y que ya se vislumbraba en el Ajax, campeón de Europa en esos años.
Cruyff ganó tres Balones de Oro, no fue campeón del mundo porque Holanda no tenía portero.
Si en el Mundial de Alemania, Holanda hubiera tenido a Van der Sar o a Stekelenburg, posiblemente hubiera levantado la Copa, porque como equipo era muy superior a Alemania.
Es lo de menos, el estilo de futbol que dejó, marcó una época en la Selección holandesa.
El futbol total se basó en la posesión de pelota, rotación de jugadores, movimientos intensos, seguros, no es que se necesitara de futbolistas veloces, sino que estuvieran en el sitio para recibir la pelota y marcar los goles.
Pasaron por encima de Brasil y Argentina, hicieron un Mundial fantástico y después Cruyff pasó a jugar al Barcelona e hizo un equipo muy sólido, muy fuerte, con jugadores de gran capacidad y calidad y cuando se retiró, se dedicó a ser entrenador.
Todo lo que había aprendido y absorbido de sus maestros, lo aplicó en el Barcelona; y así el Barsa heredó la escuela holandesa del Ajax.
Barcelona se convirtió después en el mejor equipo del mundo, esa calidad de futbol la triplicó con Cruyff con el famoso "dream team" que gana la Champions contra la Sampdoria en Wembley, con gol de Ronald Koeman.
Desde dentro de legado que dejó en Barcelona que dirigía Cruyff, surgió alguien que le aprendió mucho: Josep Guardiola.
Pep tomó el mando del Barsa y lo hizo todavía mejor, más elegante, preciso, quizá no posee los conocimientos ni profundidad de Cruyff, pero lo que aprendió en el camino lo hizo poner su toque personal.
Pocos jugadores en el mundo de gran capacidad suelen ser técnicos tan excelsos y Cruyff cumplió con los dos.
Descanse en paz, una gran figura, Johan Cruyff.
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