Adiós al primero Ya les decía en enero que quizá para muchos el regreso de Rafael Márquez al Atlas era un tema romántico y de nostalgia, porque no dudo que el michoacano en realidad sienta los colores y quiera poner fin a su brillante carrera con los Zorros, pero en realidad su idea visionaria va más allá.
Los cercanos a Márquez aseguran que, una vez que cuelgue las botines, su deseo es llegar a convertirse en directivo rojinegro.
Claro que tirándole a lo más grande, o sea, a la silla presidencial en el futuro.
¿Qué? No se rían. Yo creo que pueda hacerlo en algún momento y, si no lo creen, vean a Ricardo Peláez, Luis Miguel Salvador o Néstor de la Torre.
Por lo pronto, la jugada le va saliendo a Rafa, ya que con el despido de Heriberto Ramón Morales ante la crisis de resultados que viven los Zorros, pese al gasto que tuvo como director deportivo, le abre el panorama para que en el mediano plazo haga sus pininos en las oficinas.
La relación entre Morales y Rafa digamos que era apenas profesional. En realidad, cuando el cuatro veces mundialista deseaba tocar algún punto importante con el alto mando, se lo brincaba para llamar directamente a Gustavo Guzmán, quien normalmente (por no decir que siempre) despacha desde el DF atendiendo los negocios que realmente le importan al Grupo Salinas.
Por cierto, con la salida de Heriberto, me contaron que muchos jugadores atlistas, sobre todo de los de media tabla en el presupuesto, están más que felices porque ahora les llegará la quincena completa. Ah caray, ¿a qué les suena eso? Bueno, sólo ahí dentro sabrán a qué se refieren.
Lo que si causa el cese de Heriberto es que algunas otras posiciones del organigrama se debiliten y puedan sufrir cambios.
Muchos claman por la salida de Gustavo Costas y lo que sí puedo decir es que la confianza en su proceso no es total.
Alberto de la Torre, quien ahora tomará las decisiones que antes le tocaban a Heriberto, tendrá el panorama despejado para darle fuerza a la idea de contratar a un experto en la formación, como José Luis Real.
El asunto es si el "Güero" iría a la cantera o como bombero al primer equipo, algo que se antoja más lejano, pero no imposible.
Por lo pronto, Raúl Morales, quien promovió el surgimiento de los porteros Miguel Fuentes, Oswaldo Sánchez, Jesús Corona, Armando Navarrete y Erubey Cabuto, entre otros, regresa a la organización, pero no como formador, sino para entrenar a los del primer equipo.
Apuesten a que la guillotina seguirá activa y a que Rafa se ponga entre los de pantalón largo cuando se canse de jugar.
Notihachazos En el Monterrey anda el sospechosismo contra dos jugadores por su bajo desempeño contra las Chivas. Ante la fecha FIFA, en la que participarán el uruguayo Carlos Sánchez y el colombiano Edwin Cardona, en el norte están cuestionando que ambos, más que meterle a fondo como en los partidos anteriores, administraran energía, sobre todo el segundo, quien pasó de noche y sólo corrió cuando lo sacaron de cambio. En el caso de Sánchez es conocida su gran amistad con Matías Almeyda y ya hay algunos malpensados que creen que prefería que su amigo no saliera muy dañado.
Con calma y nos amanecemos, así es como Almeyda quiere llevar al juvenil Javier Eduardo López, a quien sus cuates le dicen "La Chofis", un apodo no muy aceptado en el medio ni por la directiva, pero sí por los aficionados que así ya lo ubican así. Para evitar que a este chico le pase lo que a muchos otros, que nunca supieron asimilar los elogios y se perdieron en el camino, la medida es que no hable ante los medios por lo que resta del torneo, hasta no tener un adecuado trabajo con los psicólogos del club. ¿Se acuerdan de Gabriel García o de Max Pérez?
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