Los dos goles de espléndida factura que marcó Javier Eduardo López en Monterrey para darle al Guadalajara un triunfo alentador, son de los que invitan a pagar boleto para el siguiente partido y pedirle al entrenador que vuelva a ponerlo a jugar.

Ignorando si su apodo de "La Chofis" le agrade, pero asegurando que la épica futbolera podría encontrar algo más poderoso que eso, López entró de cambio y brilló en un duelo en que las Chivas ya lo hacían por sí mismas frente a un rival poderoso, al que le quitó lo invicto en casa.

La exhibición de los rojiblancos frente a dos de los tres primeros lugares de la tabla en las últimas dos jornadas -América y Monterrey- indica que la dirección por fin es la correcta; que aunque algunos resultados se le nieguen, juega para conseguirlos porque los merece.

La mirada se alivia: el triunfo le ha puesto a cuatro puntos de línea de clasificación con seis jornadas por delante y le ha premiado con 19 puntos de ventaja sobre los Monarcas para el siguiente torneo en la lucha por la permanencia. Será asunto a tratar otro día el de los michoacanos, que se tendrán que atener al equipo que ascienda para volver a salvarse si lo hacen en la actual campaña. Los Dorados mejoran y el Morelia se desmorona, aunque tienen un partido pendiente.

Volviendo a las Chivas, la de López es otra buena noticia, condicionada a que el tiempo confirme que su calidad será consistente.

Los novatos del Rebaño han abundado -es el equipo con más debuts en los últimos 10 años-, pero también los naufragios han sido constantes.

Ello obedecerá a cambios de timón -José Luis Real otra vez fuera, lo que parece broma-, falta de oportunidades, de mentalidad y de muchas cosas más.

Pero nombres como el de Raúl López, Michael Pérez, José "Avión" Ramírez y Ángel Zaldívar, entre otros, hablan de que viene otro intento de generación que si muestra personalidad y lo que les ha faltado a otros que lo han intentado, puede abrir otro capítulo en la historia de los tapatíos.

Parte de ese trabajo es de José Luis Real, y otros habrán de capitalizarlo. Es la historia de las instituciones que permanecen más que los hombres.

El punto, finalmente, es que con la base de experiencia que tiene el primer equipo más la sangre joven que gradualmente se ha añadido, parece brotar un Guadalajara más determinado, de mayor calidad y de respeto a su pasado: técnica y picardía que vuelven a lograr que compremos boletos para volver a llenarnos los ojos con sus nuevos prodigios.

Lo de hoy es sólo un inicio, un esbozo de lo que podría venir.

El Guadalajara duerme tranquilo y esperanzado.

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