No cabe duda que a pesar de los pesares el futbol mexicano sigue siendo, por mucho, el mejor en la concakafkiana zona.

De dicha zona del planeta futbolístico, la Selección Mexicana es la que con más frecuencia asiste a Copas del Mundo, y la única que durante SEIS mundiales consecutivos ha pasado la Primera Fase, aunque siga sin llegar, fuera de su casa, a ese quinto partido al que sí han llegado los representativos de Estados Unidos y de Costa Rica.

Y si a nivel de Selecciones la histórica superioridad es inobjetable, a nivel de clubes ha sido y sigue siendo abrumadora y contundente.

Algo que ha quedado establecido con toda claridad con lo que ha sucedido en esa anual competencia presuntuosamente llamada "Concachampions".

En esa Liga de Campeones de Concacaf, en la que en realidad suelen participar quienes ni siquiera han obtenido subcampeonato alguno, la superioridad de nuestro balompié en la zona ha quedado plenamente confirmada.

Desde 1962, cuando inició como Copa de Campeones, los equipos mexicanos han ganado en 31 de los 50 torneos jugados. Y conforme mayor importancia ha adquirido dicha competencia (sobre todo cuando empezó a otorgarle al campeón el boleto para el Mundial de Clubes), más clara ha sido la hegemonía mexicana, con los DIEZ más recientes torneos ganados consecutivamente.

De hecho, ONCE, porque en la actual edición el título de campeón también ha quedado en territorio mexicano.

En esta ocasión los Tigres, el Querétaro, el América y el Santos-Laguna llegaron a la Fase de Semifinales que ayer inició y hoy continúa.

Sólo queda por verse cuál de los cuatro irá en diciembre a Japón (y si valdrá la pena que vaya), pero por lo pronto lo que ya se vio y sigue viéndose es la arrolladora supremacía de los equipos mexicanos en la concakafkiana zona.

Algo es algo aunque no sea todo.

 
 
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