Señoras y señores, mientras el futbol mexicano se maneje como se maneja, aquellos que piensan que vamos a ganar la Copa América o el Mundial, están muy equivocados. Los intereses económicos van por arriba de todo.

Cuando el arbitraje y las comisiones de futbol sean independientes de la empresa que maneja el futbol, llámese Televisa, el futbol cambiará para bien.

Sólo así dejará de pertenecer al monopolio que lo ha manejado más de 50 años y que es el gran socio comercial de la FIFA. Así de claro.

Héctor González Iñárritu dirige al arbitraje, pero es un empleado, con todo el respeto que merece, de ese grupo que maneja el futbol y lo hace de acuerdo con sus intereses.

Pone, dispone y propone, y rara vez descompone, porque todo lo tiene preparado, desde la cúpula hasta el ultimo empleado de la pirámide.

No es que el árbitro se haya equivocado en el Clásico, que haya lastimado al Guadalajara o se haya equivocado a favor del América.

El problema es que los árbitros salen muy presionados y, si a eso le añadimos que no están bien preparados, a pesar de todo lo que ha aplicado la Comisión, esto se magnifica.

El futbol debe ser transparente, democrático, lo vengo diciendo hace años y no va a pasar, porque dicho grupo está pidiendo una sede de Mundial y en mayo será el Congreso de la FIFA, organizado por ellos, entonces, díganme si ese grupo va a llamarle la atención a un árbitro cuando se equivoca.

Al contrario, mientras su equipo siga adelante, no hay problema. El negocio y el América van por encima de todo. Por eso suelen protegerlo, a veces se equivocan en su contra, pero en contadas ocasiones.

En casi todo el mundo el arbitraje es independiente, como las federaciones lo son de cualquier órgano por encima de ellas.

Pero en México la FMF, de ahí para abajo, todos los que trabajan en las comisiones son empleados de Televisa.

Hoy te pago, te adelanto dinero, compra los jugadores que necesites, tienes cinco años de contrato ¿qué más necesitas? Yo te ayudo. Ésa es la mecánica.

Eso obliga a que los clubes se callen la boca; si protestan, se los hacen sentir en distintas instancias, entre ellas con el arbitraje.

Y mientras la FIFA no intente hacer algo, que no lo va a hacer, ni la nueva ni la vieja ni la que venga hará algo, el futbol mexicano será igual, dependiendo de los mismos intereses, el mismo patrón, la misma empresa y la misma pirámide que trabaja, en muchas partes, llena de corrupción.

Y quien lo niegue, que meta la mano al fuego y verá cómo le sale quemada.

 
 
 
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