Al conducir el Santos vs. Pachuca, el silbante Roberto García pone en práctica aquello de ser primero conductor y luego autoridad.
Convence con sus señalamientos, que son adecuados, y sobre todo destaca en el uso de las tarjetas.
Pero es mejor la aplicación de la regla 7, al añadir en el segundo tiempo lo que se perdió.
El arroz negro en su trabajo fue el no amonestar a Hirving Lozano que comete cuatro faltas de las 13 de los Tuzos.
compartir por:
Puso fin a su trayectoria de 20 años como árbitro profesional de futbol el 24 de marzo de 1996, durante el juego Cruz-Azul-América en el Estadio Azteca. Le correspondió representar al arbitraje mexicano en dos torneos preolímpícos y un Premundial femenil, así como pitar cuatro Finales del futbol mexicano. Se incorporó como colaborador de Grupo Reforma a una semana de su retiro del arbitraje y fue analista de TV Azteca durante más de siete años.
¿Quieres recibir en tu e-mail la columna editorial de Bonifacio Núñez Vega?