Sobre Carlos Peña durante la semana, tras la versión de que el futbolista tamaulipeco llegó con aliento alcohólico a la primera práctica previa al partido definitivo de Copa, y al Clásico ante América este domingo: Jorge Vergara (Dueño): "Tuvo un problema estomacal".
Matías Almeyda (Director Técnico): "Tenía fiebre".
Jaime Ordiales (Presidente Deportivo): "Entrenó con regularidad".
Las historias de alcohol y fiestas entre los futbolistas han estado presentes desde que nuestro deporte se reglamentó en Londres, justamente en un bar. La popularidad va de la mano de la tentación y en un equipo como Chivas no debe extrañar que se multiplique.
El alcohol es un instrumento de medición que nos revela claramente el incremento de la exigencia dentro del futbol. Los de mi generación escuchábamos con asombro las historias del "Trompo" Carreño, primer anotador para México en una Copa del Mundo, quien se dice bebía curados durante los partidos. O el célebre Garrincha, bicampeón mundial, quien combinó su extraordinaria gambeta con el alcohol y murió de cirrosis. Y mas recientemente las historias del "Mágico" González, a quien sus compañeros del Cádiz levantaban de la cama, todavía borracho, y lo llevaban a entrenar o jugar.
No vayamos más lejos: mi generación misma se podía dar el lujo de beber, trasnochar y entrenar al día siguiente con aliento alcohólico y no era ningún drama, siempre y cuando existiera un margen considerable de días antes del partido. Para nadie eran un secreto las frecuentes salidas nocturnas en los años 90, al grado de haber formado parte de un equipo de provincia en el que 5 o 6 jugadores viajaban 3 horas en carretera para visitar cada jueves su centro nocturno favorito en la Ciudad de México y regresaban directamente al entrenamiento. Épocas por supuesto en las que difícilmente se hacían públicas esas fiestas.
A los 25 años, tras llegar como el principal refuerzo al equipo más popular de México, con 2 Ligas en León y una Copa del Mundo, el "Gullit" no solamente arribó entre polémicas por sus lágrimas al partir de León, sino que perdió la titularidad en pocos partidos.
Llegar con aliento alcohólico a un entrenamiento se ha convertido en algo grave hoy en día dentro del futbol de alta competencia y reflectores.
Es probable que a Peña le suceda lo mismo que hace 40 años a George Best, quien no encontró una mejor explicación que decir: "Cada vez que entro a un lugar hay 70 personas que quieren invitarme a beber, y yo no sé decir que no".
Vale recordar que, independientemente de la poca coordinación entre las versiones de las autoridades Chivas y el profesionalismo que hoy da poco lugar al esparcimiento, que en las malas los conflictos son desgracias y en las buenas no pasan de ser simpáticas anécdotas.
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