¿Y las reglas, apá?
Ah, qué buena puntada se aventaron ahora Decio de Maria y Enrique Bonilla.
Como ya sabemos, en la Femexfut las reglas fueron hechas para romperse, así que la novedad es que Cuauhtémoc Blanco ha sido registrado como refuerzo del América para que entre a jugar (es un decir) en el partido ante el Morelia, como homenaje a su trayectoria.
Claro que los Monarcas de inmediato aceptaron, sabiendo que es mejor enfrentar a lo que queda de Cuau que a Oribe Peralta o Darío Benedetto.
Pero más allá de que el homenaje sea más que merecido y hasta se quede corto, el asunto es que se haya permitido que se brinquen el reglamento que los propios clubes se supone que respetan.
Porque en teoría nadie sale afectado: los michoacanos están felices de poder agarrar al rival con 10 al menos 30 minutos; los aficionados americanistas, encantados de aplaudirle a su ídolo, y el América, llenando el estadio en un juego medio intrascendente. Sí, todo bien... ¿y las Chivas?
¿Cómo que qué tienen que ver las Chivas? Pues que se juegan el descenso del próximo año con el Morelia y, si los michoacanos realmente se ponen las pilas, aprovecharán la fiesta del rival para sacarle tres puntitos... que dentro de un año pueden hacer muuucha diferencia.
Pero claro, si los femexfutos permiten que Fidel Kuri sea diputado del PRI, dueño de Veracruz, que vaya al Draft como si nada y encima le ponga unos guamazos a Edgardo Codesal, me parece más que justo que permitan también que el Cuau y las Águilas hagan de nuestro futbol una pachanga.
Su mejor refuerzo Ya les he platicado del famoso coaching que aparentemente viene dando resultados en el Atlas y quizá lo cuestionable en estos momentos es ¿por qué dejaron de realizar esto si ya les había dado resultados en torneos pasados?
El encargado de hacer esta actividad con los Zorros se llama Juan Rodríguez, quien ya ha trabajado en otras áreas del Grupo Salinas y con los mismos Zorros, incluso desde la época de Tomás Boy.
Con este señor en el actual torneo los Rojinegros llevan unas tres sesiones y la idea es que poco a poco vaya agarrando a jugadores por separado para tratar de regresarles la confianza y que se atrevan a hacer cosas que antes los caracterizaban, ¿a poco no, Ponchito González?
También analizan incluir esta ayuda con los técnicos de las Fuerzas Básicas, pues ahí las cosas no caminan.
Imagínense cómo está la situación que los jugadores más adelantados para debutar se atrasaron y ahora los menos agraciados técnicamente son los que destacan.
Buscando a Memo Pues si para Marlín fue complicado encontrar a su hijo Nemo, eso no es nada comparado con lo difícil que ha sido para el América traer de regreso a Memo.
Como ya les he comentado, Moisés Muñoz está por terminar su contrato con las Águilas y no hay mucho interés que digamos para que renueve, al menos no de parte de Ricardo Peláez.
Aprovechando que la madera y el plástico de las bancas son el lugar común de Memo Ochoa, el América está moviendo cielo, mar y tierra (y bajando estrellas) para que el portero del Málaga se regrese a México para que por fin pueda jugar.
El problema es que a Paco Memo parece gustarle la mala vida y tiene meses, por no decir años, aferrado a quedarse en el Viejo Continente.
Claro, una vez convenciendo al portero, habría que hacer labor interna en la extensa directiva águila, porque hay algunos que no han olvidado que cuando se fue lo hizo libre y a los de Coapa no les tocó un euro por su traspaso al Ajaccio francés.
Por eso Peláez y compañía no están poniendo todos los huevos en una sola canasta y sondearon en cuántos dólares podrían dejarles el pase de Alfredo Talavera los del Toluca.
Como allá también andan celebrando y el dinero no les hace falta, ya dijo Valentín Diez que su joya solamente sale al extranjero.
Así que en el América seguirán buscando... y yo informando.
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